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A la espera de la gran oleada de coronavirus, que en los últimos días ha cogido un dramático impulso en toda España. Así es como encara el sistema sanitario cántabro una semana (dos más bien) que se considera crucial. Si en apenas siete ... días los contagios confirmados en Cantabria se multiplicaron por siete (de los 51 acumulados hasta el día 15 se ha pasado a los 347 notificados ayer, que se corresponden con los datos de última hora del domingo), contando sólo los que llegan al hospital y los positivos detectados entre el personal sanitario, a partir de hoy el volumen de infecciones de Covid-19 crecerá de forma exponencial. Más aún si llegaran finalmente los test rápidos anunciados por el Ministerio de Sanidad, de los que ayer la Consejería no tenía noticias aún.
Sobre esa negra pero certera previsión, se ha pasado ya a la siguiente fase del plan de contingencia, ampliando la disponibilidad de camas y reforzando las medidas de prevención para evitar que el virus se escape de los circuitos que todos los hospitales han diseñado para separar las infecciones respiratorias del resto de patologías. Solo Valdecilla ha liberado otras 250 camas para esta semana, que llegarían a 400 en la siguiente, y ha ampliado a 38 los puestos de UCI exclusivos para Covid-19, con posibilidad de crecer hasta los 50. Desde hoy, empieza a derivar a Santa Clotilde y Padre Menni a los pacientes convalecientes por otras patologías (todos negativos en coronavirus) que ya no necesitarían asistencia hospitalaria pero que no pueden retornar a su casa o residencia.
El último recuento de incidencia del coronavirus en la región, siempre con un día de retardo, añade 65 infectados. A ese ritmo de propagación no hace falta calculadora para apuntar que los casos positivos se acercarán al millar sin acabar la semana. La clave está en la demanda de hospitalización, admiten desde Sanidad, y va a depender de la impredecible evolución de la epidemia, cuyo pico máximo se espera para el día 31. Ayer eran 140 los ingresados (13 en la UCI) y 190 los aislados en sus domicilios, entre ellos 41 profesionales sanitarios.
Valdecilla, que concentra a la mayoría de los hospitalizados (90), ya ha destinado la séptima planta de todas las torres, incluido el edificio 2 de Noviembre, a la asistencia del Covid-19. El gabinete de crisis, formado por la Dirección y los responsables de los servicios implicados, abordó el fin de semana los refuerzos de cara a esta nueva fase de la onda epidémica, que auguran «dura, complicada y larga». «Pero estamos preparados», subrayan desde la Gerencia.
En total, los pacientes que continúan con infección activa suman 330. Sólo los 11 primeros (todos diagnosticados entre el 29 de febrero y el 8 de marzo y vinculados al foco de Italia) se han dado por curados, una vez cumplidos los 14 días de aislamiento. Pero las garras del Covid-19, que se ceba con las personas con patologías previas, cuyas defensas ya no tienen la fuerza suficiente para combatir la infección, se han cobrado la vida de al menos ocho personas, aunque el dato oficial refleje solo seis seis. El sexto fue un hombre de 78 años que falleció el domingo en Sierrallana.
También en Sierrallana se ha trabajado contrarreloj para acomodar el Hospital de Día en el nuevo edificio del CAD, para aquellos pacientes que acuden a tratamientos que no se pueden aplazar (como los oncológicos), de tal forma que queda liberada también la planta 2C, que se añade a la tercera. Allí permanecen ingresados otros 29 pacientes (uno a cargo de Reanimación y Cuidados Especiales), y ya se planifica montar una unidad de observación en el gimnasio, a modo de colchón para cuando Urgencias se empiece a saturar.
En el exterior ya tiene instalado el puesto de triaje avanzado para extender las pruebas también a los contagios leves llegado el momento. El hospital hizo ayer un llamamiento solicitando termómetros digitales. Tres Mares (Reinosa), por su parte, cuenta con seis hospitalizados. Y el Hospital de Laredo, que fue el último en enfrentarse al Covid-19, tiene 15 ingresados. El fin de semana tuvo que derivar a otros dos con complicaciones a Valdecilla (uno de ellos murió). De cara a la oleada de contagios que se avecina, se han construido justo al lado de Urgencias varios módulos prefabricados, con 14 boxes, destinados a pacientes con coronavirus sin riesgo de complicaciones, al tiempo que se ha establecido también un doble circuito dentro del propio servicio, siguiendo el modelo de Valdecilla, para discernir las infecciones respiratorias del resto de urgencias. En ese caso, los ingresos se concentran en lo que era el hospital de día quirúrgico (26 camas), aunque ya está preparada otra ala del hospital que permitiría llegar hasta las 60.
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