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A mediados de la semana pasada, había trece personas hospitalizadas con covid en Cantabria. Este jueves eran 26. La incidencia acumulada entre los mayores de sesenta a catorce días (sólo se sigue midiendo en este sector de población) estaba en 104 casos. Ahora, 208. ... Es decir, que en una semana, el impacto -con números, no obstante, muy lejos de las épocas complicadas y en su mayoría con una sintomatología muy leve- se ha duplicado. La mejor muestra es que la venta de test en las farmacias creció un 154% en la última semana de julio. El Gobierno, en cualquier caso, tranquiliza. No hay, asegura el consejero de Salud, César Pascual, ningún motivo para la «alarma».
De los 26 hospitalizados con covid, doce están en Valdecilla (hay uno en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro), nueve en Laredo, cuatro en Sierrallana y uno en Liencres. Con estos datos, el porcentaje de ocupación hospitalaria está en el 1,8% (no representa aún una situación peligrosa, pese al crecimiento) y el nivel de riesgo, «controlado». Sobre la última medición (de este jueves), el SCS informa de 42 nuevos casos (siempre entre mayores de sesenta años). Que hay un crecimiento es evidente. Desde finales de junio, la gráfica de la incidencia se estira (de 27 a 208). En el caso de los mayores de ochenta, ese dato se va hasta los 342 casos por cada 100.000 habitantes (es el grupo entre los que se mide que más sube la media). Aunque, con el verano, era algo -insisten- esperado por las autoridades regionales (y con casos en su mayoría leves).
Pascual aseguró esta semana que en verano se producen concentraciones masivas de gente, por ejemplo en festivales, y «tendemos a olvidar» que en esta época del año se producen muchos catarros, a veces con fiebre. «Y la gente, en cuanto viene de un sitio donde ha habido una aglomeración y tiene un poquito de fiebre con tos y con malestar, va a la farmacia y se compra un test. Tiene adquirida esa rutina». Pero reiteró que los incrementos detectados no son «sustanciales». «Epidemilogicamente -concluyó- no hay ningún dato relevante».
«Si hablamos de tendencia, se ve que, efectivamente, en los últimos días, el número de casos ha ido aumentando, pero en unas cifras perfectamente razonables», explicaba hace unos días a este periódico María Isabel de Frutos, directora general de Salud Pública, que insistía en la «tranquilidad» también al medir el impacto hospitalario. «La situación que vive la región ahora mismo no debe alarmar. No son cifras para nada llamativas, ni preocupantes», tranquilizaba la experta, que recordaba igualmente que desde su departamento «se sigue haciendo un seguimiento diario».
Un mensaje similar lanzaban igualmente desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Cantabria al hablar de la venta de test. Su presidenta, Rita de la Plaza, recordaba que «nunca se han dejado de vender», aunque sí que confirmaba el repunte de ventas. Ella añadía también el matiz de la proliferación de resfriados. «Surgen con frecuencia síntomas de resfriado (los cambios de tiempo tienen mucho que ver). A eso hay que sumar la cantidad de turistas». Y, ante un síntoma, «te haces el test». «Tenemos ya la costumbre de hacerlo y más si vamos a estar en contacto con gente vulnerable».
De la Plaza contaba como estos días ocurre algo que ya parecía formar parte del pasado en las farmacias. «Algún día a última hora te das cuenta de que se están terminando los test (se reponen sin problema a las pocas horas). Es algo que no pasaba desde hace tiempo».
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