La hostelería cerró una campaña navideña «igual y hasta mejor» que la de 2019

«Yo tengo la sensación de que ha trabajado todo el mundo bien. Han sido unas buenas Navidades», destaca Francisco Agudo, presidente de la Asociación de Hostelería. Según el muestreo que han hecho, el alojamiento estuvo algo por encima que antes de la pandemia (en Santander se llegó a una media del 60% y en zonas como Santillana, Comillas, Torrelavega o Suances se mejoró un 10% respecto a diciembre de 2019) y en la restauración el movimiento fue «bastante superior». «En Liébana, por ejemplo, comentan que los días que han abierto –no son todos– en camas y restaurantes han estado llenos».

Habla de buen tiempo, de terrazas trabajando, de comidas y cenas de empresa... Pero también pone el foco en el matiz de la rentabilidad, en la cantidad de negocios que está cerrados en esta época y tal vez en que la recuperación de esos encuentros navideños es, más que de grandes mesas, de citas con menos comensales. Pero bien, muy bien.

«En general, mejor que en 2019», resume Rafael Prieto, de El Serbal, Querida Margarita y Querida Mar, los tres en Santander. Con «cierta mejoría» en el primero (un establecimiento con estrella Michelin) y «mucho mejor» en los otros dos (tipo bistró, más económicos). «Crecer han crecido todos, los tres, pero con un porcentaje diferente. Ha sido una buena campaña», resume el hostelero.

«La sensación es buena. Sí que ha habido gente. ¿Podría ser mejor? Pues sí, la gente anda con temor por el dinero, mirando menús, con todas las subidas de precios. Pero la campaña ha sido buena», indica Paloma Marcos, del Maremondo (no hace en este caso comparación con 2019 porque se incorporó más tarde a su puesto).

Alojamientos, restaurantes... Y bares de copas. Un poco de todo –de mesa y barra– hay en la cartera de negocios de Ángel Suárez (Coppola, Rosé, Rocambole, Luciano y La Tienduca). «La facturación, a bote pronto, será similar o un poco mejor que la de 2019, pero con un calendario mucho peor». Es una explicación que ayuda a entender lo sucedido. Que Nochebuena o Nochevieja caigan en sábado –como esta vez– ‘roba’ dos noches de mucho trabajo a los locales de ocio (es mucho mejor si caen un miércoles, por ejemplo). Si, pese a eso, el resultado ha sido igual o mejor es que ha ido bien.