Hostelería encara con «optimismo cauteloso» la ocupación a un mes de Semana Santa

Aun así, en la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC) apuestan por la cautela. «Aunque es pronto para dar datos definitivos sobre las ocupaciones, las previsiones son optimistas», recalca Lamadrid. «Si las condiciones meteorológicas son desfavorables, el porcentaje de cancelaciones puede incrementarse considerablemente respecto a otras épocas del año», añade a continuación. Una visión que comparte su homólogo en la Asociación de Empresarios de Campings, Eneko Valle. «Esperamos una buena afluencia, aunque todo dependerá de las condiciones meteorológicas y de los anuncios que se hagan sobre el tiempo», reflexiona. «El año pasado, pese a los pronósticos meteorológicos pesimistas, la situación no fue tan mala, lo que permitió una buena ocupación en los campings de la región», añade.

«Aunque es pronto para tener una visión clara, la Semana Santa es una época en la que las reservas suelen realizarse en su mayoría a última hora, lo que complica la previsión de la demanda», concluye el presidente de los campings.

Hay una circunstancia que insufla el aire que sustenta el optimismo contenido del sector, como explica Jesús Blanco. «Este año cae muy avanzado abril, y eso ayudará mucho, puesto que es un mes donde la gente se anima más», explica el presidente de la Asociación de Turismo Rural. Sin embargo, como sus homólogos, reconoce que el asunto de las reservas «está aún muy parado». También destaca la importancia que para el sector que representa supone una buena Semana Santa. «Nos suele servir como vara de medida para ver cómo va a ser el resto de la temporada, pero, de momento, es pronto para hacer pronósticos. La Semana Santa, en cuanto al Turismo Rural, suele ser muy de última hora, y ahí el tiempo suele ser también muy influyente», concluye.

Pocos hoteles de los consultados por este periódico barajan cifras concretas de reservas. Uno de ellos es el Santemar, en Santander. «Falta mucho, pero la cosa no va mal. Podemos estar actualmente al 60% de ocupación para los tres días más fuertes del puente (jueves, viernes y sábado)», afirma su director, Francisco Agudo. «Además, desde los últimos años, la semana previa, desde el viernes, también se está trabajando bien. Falta mucho pero están entrando reservas, así que no son malas previsiones. Además, también nos hace tener esperanzas que históricamente la Semana Santa en abril siempre es mucho mejor para nuestro trabajo que la de marzo», subraya.

La de 2024 no fue de las mejores, pues el tiempo no ayudó, aunque el sector consiguió salvarla. La Dirección General de Turismo del Gobierno de Cantabria cifró en un 80% la ocupación final y las instalaciones públicas de Cantur –Cabárceno, el teleférico de Fuente Dé y El Soplao– recibieron 34.000 visitantes. De las tres, sólo la cueva mejoró los datos del año precedente. La duda de cómo se comportará 2025 está sobre la mesa. «Es que las reservas a tantísimo tiempo no son del todo fiables. Entran muchas un día, al siguiente se caen otras...», explica Sergio Peón, director del Hotel Bahía, en Santander. «Las dos semanas anterirores al puente son las claves, las que pueden llenar Cantabria», considera Emérito Astuy, director del Hotel Astuy, en Isla.

Liébana, en cambio, se comporta diferente al resto de la región. Allí su orografía y atractivos montañosos atraen un turismo más descentralizado. «Nosotros, que acabamos de estrenar la temporada, hemos recibido muchas preguntas y peticiones de cara a la Semana Santa, que se presenta muy bien. Ahora mismo, estaremos en torno a un 90% de ocupación para esos días», explica Isabel Fombellida, directora del Hotel Infantado, en Ojedo (Cillorigo de Liébana).