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La Asociación Empresarial de Hosteleria de Cantabria está estudiando dar una «posible recomendación» a sus asociados para que abran el interior de sus negocios con el objetivo de dar almuerzos, desayunos o cenas a clientes siempre y cuando la cita gastronómica sea «por razones ... de trabajo». Por el momento, se trata solo de una idea pero el departamento jurídico de la asociación está investigando si esa justificación sería suficiente «cobertura legal» para retomar la actividad en el interior de los establecimientos, cerrados desde el pasado 6 de noviembre, día desde el que en Cantabria no se permite consumir dentro de los locales. Solo es posible hacerlo en las terrazas, donde se considera que el riesgo de contagio de coronavirus es menor.
Este anuncio es un paso más en la guerra declarada del sector al bipartito, ya que la propuesta se ampara en la visita del ministro de Sanidad Salvador Illa a la comunidad autónoma el jueves 3 de diciembre. Ese día, el PSOE organizó una comida en las instalaciones de la Filmoteca de Cantabria (en la calle Bonifaz de Santander), a la que acudieron una decena de compañeros de partidos. Cuando el PP dio a conocer la contratación de una empresa de catering para hacer posible ese almuerzo en un recinto cerrado, la asociación de hosteleros pidió la dimisión tanto del vicepresidente del Gobierno Pablo Zuloaga (que ejerció de anfitrión) como del consejero de Sanidad Miguel Rodríguez.
Desde el Gobierno se justificó la cita diciendo que ese tipo de encuentros «está recogido en la disposición primera, punto tercero, del Decreto 3/2020, de 26 de octubre, del presidente de la Comunidad Autónoma, por el que se limita la permanencia de grupos de personas en espacios públicos y privados en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Cantabria». En este caso, el grupo en el que se encontraba el ministro de Sanidad estaría en una reunión de trabajo. Esta explicación ha espoleado a la asociación a consultar a sus abogados la pertinencia de hacer una recomendación en ese sentido a los empresarios.
El colectivo que preside Ángel Cuevas lleva meses de crítica al Ejecutivo cántabro por considerar que este sector «está pagando los platos rotos de una pandemia mal gestionada». En este tiempo se han convocado concentraciones ante las sedes de varias instituciones de la región y también se han realizado manifestaciones por Santander y Torrelavega en coches y concentraciones en más de 20 municipios para exigir ayuda tanto a los Ayuntamientos como al bipartito. Siempre, sin dejar de advertir que el sector está abocado a la ruina si no se le permite trabajar con un mínimo de normalidad. Diciembre es el mes de los encuentros de trabajo y de amigos y los empresarios no quieren perder la posibilidad de facturar este mes, lo que les permite aguantar los meses de enero, febrero y marzo.
Las restricciones del cierre de interiores continúan hasta el día 18 de diciembre, pero los hosteleros cántabros entienden que, si el Ministro Illa y miembros del Partido Socialista del Gobierno Regional, mantuvieron una reunión de trabajo con comida en el interior de un local uso cultural, los empresarios «debería poder» abrir el interior de sus negocios «como espacios de trabajo donde además comer, desayunar, cenar o almorzar».
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