La hostelería de 82 municipios cántabros podrá abrir al 100% al entrar en fase tres

Cada consejería ha elaborado sus propuestas al respecto y se han debatido en este órgano, pero la que tiene que ver con bares, restaurantes y hoteles se da por hecho que saldrá adelante porque fue una de las peticiones que Cantabria ya hizo a Madrid hace dos semanas, cuando pasó a la fase dos. Entonces, obtuvo un no. Además, Turismo quiere doblar el aforo de Cabárceno -también el de centros turísticos recreativos y zoológicos o similares- hasta el 50% y dejar los de El Soplao y el teleférico de Fuente Dé al 75%, el mismo porcentaje que los espacios comunes de hoteles.

Aquella propuesta enviada a Madrid hace dos semanas que cayó en saco roto incluía, además, ampliar los aforos respecto a los establecidos como base por el Ministerio de Sanidad para los comercios. Ahora, la Consejería de Industria da un paso atrás y prefiere conformarse con los niveles máximos que regirán de manera general para todos los territorios del país que estén en fase tres y que no hagan uso de su recién adquirida nueva capacidad para regular este sector.

Lo hace después de comprobar que no existe esa necesidad. La práctica de las últimas semanas lo demuestra. No se están produciendo grandes aglomeraciones ni hay colas -salvo contadas excepciones- a las puertas de las tiendas. El Ejecutivo regional entiende que lo contrario (abrir al 100% de aforo en tres cuartas partes de los municipios) no supondría grandes ventajas para los empresarios, por lo menos a día de hoy. La prueba, según el Gobierno autonómico, es que ninguna asociación ha pedido un movimiento de este tipo.

Cantabria no prevé aumentar más de lo que establecía el Estado para la fase tres el aforo de los espacios culturales. Deportes sí quiere concretar las nuevas normas para gimnasios y centros deportivos. La propuesta que lleva la Dirección General a la comisión de hoy es que los usuarios puedan acudir desde el lunes sin cita previa. También relajar las restricciones y subir la ocupación hasta el 50% siempre que se mantenga la distancia de seguridad de dos metros entre personas. Así, se da respuesta a la demanda de los clientes, se garantiza el control sanitario y se apoya la actividad en un sector muy dañado por el coronavirus.