Hostelería quiere traer 400 camareros de Perú ante la escasa demanda de jóvenes
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Representantes del sector abogan por «hacer una reflexión conjunta para que sea un trabajo atractivo»Como pieza fundamental del turismo, la hostelería funciona como un motor esencial en la actividad económica de Cantabria. Y si hay unos profesionales que dejan huella entre los clientes, esos son los camareros. Ellos son la imagen del turismo y de los restaurantes de ... la región, una figura fundamental que, ya sea en un restaurante con estrella Michelin, sin ella, o en una taberna en el valle de Liébana, determinará siempre la impresión de los turistas. En la comunidad autónoma este sello parece estar abonado a la marca extranjera. Esos son los planes de la Asociación de Hostelería de Cantabria (AEHC), que se ha propuesto traer alrededor de 400 empleados de Perú para que trabajen como camareros en los establecimientos de la región. ¿Y por qué hay que traerlos de fuera? Porque los jóvenes cántabros no parecen querer ocupar esos puestos.
La falta de vocación por ser camarero es un lamento cada vez más recurrente en la hostelería, y así lo demostró una parte muy importante de los representantes del sector que compareció este lunes en el primer ciclo de debate 'Camareros, ¿una especie en extinción? Retos de la hostelería: el profesional de sala y barra' -dentro del ciclo de coloquios 'La Agroalimentación en el siglo XXI'- moderado por el periodista José Luis Pérez, organizado por El Diario Montañés y Cantabria en la Mesa, con el patrocinio de la Universidad Europea del Atlántico y la colaboración del Grupo Consorcio. ¿Por qué hay tantas dificultades para conseguir personal? Y sobre todo: ¿Qué medidas se pueden adoptar para revertir esta preocupación?
Eduardo Quintana | Restaurante la Bicicleta
La intención de la AEHC quedó clara en la cita celebrada en el salón de actos del periódico. Ante la falta de interés que los carteles de 'se busca camarero' suscitan entre los jóvenes cántabros, sus más de 1.800 socios han ido a buscar trabajadores hasta Perú. Avanzó los detalles el representante de la agrupación gremial, Pedro Vega-Hazas: «Firmamos un convenio con el Gobierno peruano hace cinco años y nos han escrito hace poco para traer gente que quiera trabajar aquí e, igualmente, para hacer intercambios. Mejor traer personas de fuera que cerrar empresas», defendió el representante. ¿Pero es viable? Por lo pronto los hosteleros necesitan la autorización del Gobierno de España, un trámite obligatorio para esa 'importación' y por la que todavía están trabajando. Una cosa se encargó de dejar clara el portavoz de la AEHC: «Aquí no encontramos a gente».
David Arias | Balneario de Puente Viesgo
Hay otros proyectos. El colectivo está trabajando en otras medidas para dinamizar la actividad de los establecimientos, esta vez en aquellos que se encuentran en zonas con mayor riesgo de despoblación: «Queremos traer gente de las grandes ciudades que quiera asentarse en estas localidades. Serían diferentes colectivos contra la despoblación -en colaboración con la Consejería de Desarrollo Rural- los encargados de encontrarles alojamiento y, nosotros, por nuestra parte, los que los formaríamos», informó Vega-Hazas.
Para abordar la estrechez que viven los restaurantes en esta materia, el foro contó con la visión de restauradores, profesores, jefes de sala y responsables de turismo y empleo. Muy vinculado a la actividad de la AEHC, el presidente de la Asociación de Sumilleres Cantabria y profesor de Las Carolinas, Alfonso Fraile, señaló la influencia «de esos programas de televisión centrados exclusivamente en la figura del cocinero». De ahí propuso una versión de estos contenidos con los profesionales de sala y los camareros: «Verás como triunfaría».
El representante de los sumilleres cántabros también defendió unas mejores condiciones para estos profesionales y zanjó -respaldado por una ovación-: «Estamos confundiendo la palabra camarero con mayordomo».
Eduardo Quintana, del restaurante La Bicicleta, fue al grano. «El sector de la hostelería está bastante perdido ahora mismo», lamentó, antes de abordar la falta de demanda de los jóvenes cántabros. «La gente ya no quiere dinero, quiere disfrutar de la vida. Tenemos que hacer un pequeño cambio desde los empresarios para que a nuestros hijos les vaya mejor. De lo contrario, vamos por mal camino», opinó.
Para el director general de Formación Profesional, Ricardo Lombera, esa ruta pasa por «buscar una estrategia para dignificar la hostelería, darla valor añadido, buscar ideas y reivindicar este servicio tan importante». En esa misma línea, David Arias, del Balneario de Puente Viesgo, lamentó que, «con el paro que tenemos, haya que traer gente de fuera».
Pedro Vega-Hazas | Asociación de Hosteleros
La educación ocupó una parte importante del debate y Esteban Sainz, director del Centro de Formación de Santander, puso de relieve los certificados oficiales de profesionalidad que, «sólo en el ámbito de la restauración hay 14 certificados diferentes (dirección de cocina, catering...) Ángel Luis Gómez, profesor del instituto Fuente Fresnedo, llamó a observar los países del entorno y dijo: «¿Cuántos ingleses encontramos sirviendo en los restaurantes del Reino Unido? Hay que sentar en la misma mesa diversos ámbitos y entre todos buscar una solución». Por último, el director de Promoción y Comercialización de Cantur, José Ramón Álvarez, llamó a «hacer una reflexión entre todos los ámbitos enfocada al márquetin y sobre todo, a vender».
Comisiones Obreras de Cantabria (CCOO) no da crédito a las declaraciones realizadas por representantes del sector de la hostelería durante el ciclo de coloquios 'La agroalimentación en el siglo XXI'.
Para el sindicato, es intolerable que se señale a la juventud como causa del problema cuando lo que realmente sucede es que las condiciones de trabajo no se ajustan con lo que estipula el convenio.
La radiografía del empleo en el sector evidencia la excesiva temporalidad, las abusivas jornadas parciales que se extienden en horas extra no remuneradas, la ausencia de días de descanso, el incumplimiento de los salarios, el que no se les de de alta en la Seguridad Social más veces de las que se piensa y un sinfín de casuísticas que desembocan, en muchos casos, en el rechazo a ofertas de empleo como camareros en algunos establecimientos.
Para Laura Lombilla, secretaria de Empleo de CCOO de Cantabria, «los representantes de la hostelería de la región quieren echar balones fuera atacando a la juventud, que está demostrado que sí quiere trabajar pero no a cualquier precio. Es urgente que tomen conciencia de que existe un convenio que hay que respetar. Antes de entrar en otras cuestiones, los hosteleros deberían reflexionar y plantearse qué condiciones laborales se están ofreciendo en el sector».
Para la secretaria de Empleo de CCOO de Cantabria, la solución no pasa por «precarizar a más gente» sino que «para dignificar el sector» lo primero que hay que hacer es «dignificar el empleo». Sólo así se conseguirá profesionalizar el sector, mejorar la demanda y ofrecer un mejor servicio al cliente.
«La impresión que el turista se lleva de una región va íntimamente ligado al trato recibido. Es lógico pensar que si un camarero tiene unas abusivas condiciones de trabajo y no se respetan sus derechos, difícilmente estará contento con su trabajo y ofrecerá su mejor cara. Al final, el perjuicio es para todos», ha subrayado Laura Lombilla.
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