La razón se remonta a finales de octubre, cuando el propio portavoz empresarial se reunió con el delegado del Gobierno y su equipo para poner sobre la mesa un proyecto que favoreciera el sector durante la campaña estival, marcada habitualmente por la ausencia de profesionales cualificados y la imposibilidad de muchos comerciantes a abrir sus terrazas tanto como quisieran. Ante este problema Cuevas propuso enviar profesores del propio colectivo -profesionales de sala, sumilleres...- a Sudamérica para que éstos formaran a profesionales cualificados dispuestos a trabajar durante la temporada alta. «Y lo hicimos con el tiempo necesario, para que los plazos fueran los adecuados y pudiéramos hablar con la Delegación, primero; con el servicio autonómico de empleo (Emcán) más tarde y, finalmente, con los sindicatos», recordó.
Todavía no han recibido una respuesta. Ninguna información más allá de «la palabra mágica, el típico estamos en ello», una expresión que «aburre y enfada» al presidente y que «no han parado de escuchar en las diez o doce veces que hemos contactado desde entonces». A estas alturas, los profesionales del gremio no sólo se encuentran «desesperados», sino lo que es más grave, «prácticamente, damos el proyecto por perdido».
«Han pasado cerca de cuatro meses desde que propusimos el proyecto y aún no han dicho nada»
La propuesta que presentaron entonces estimaba el viaje de los formadores a mediados de marzo. Una opción ahora ya casi descartada teniendo en cuenta todos los trámites que continúan pendientes y que, a falta de un mes para esa marca en el calendario, ha terminado de rematar el «descontento» de la agrupación cántabra.
«Encadenar todo esto lleva un tiempo, y si sólo para el primer paso tardan tres meses y medio... Lleva un ritmo que a los empresarios nos desespera», se resignó Cuevas, quien insistió en que «nunca pedimos una respuesta positiva, sino únicamente una contestación. «No obligamos a nadie y no estamos enfadados por que no salgan adelante nuestros proyectos, sino por la dejadez que han demostrado en su atención hacia nosotros».
«La Delegación lleva un ritmo que desespera a los empresarios. Damos casi por perdido el proyecto»
Su intención de dinamizar el sector durante la temporada alta de verano, «dos meses muy difíciles para el sector», dice, casi se ha desvanecido para el presidente de la hostelería cántabra, que da cuenta de las dificultades de muchos de sus colegas por la falta de personal. «Hay infinidad hosteleros que no pueden abrir una terraza porque no hay manos para atenderlo. Hemos intentado corregir ese pico con esta iniciativa y nos han espatarrado el acuerdo», se indignó .
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.