

Secciones
Servicios
Destacamos
N. G.
Santander
Viernes, 8 de noviembre 2024, 01:00
Ni siquiera el desembarco de un nuevo grupo empresarial, con el ruido que eso hace, logró perturbar ayer la larguísima siesta que La Corza Blanca ... se echa desde que concluye una temporada hasta que empieza otra nueva, un placer que va a dejar de disfrutar en cuanto la firma catalana SNÖ Hotels, que la quiere despierta durante todo el año, se ponga manos a la obra. Silencioso y cubierto de polvo veíase muy de mañana el hotel que el Gobierno de Cantabria ha arrastrado a la actualidad regional anunciando la privatización –aunque no le guste llamarlo así– de su gestión.
Claro que si sus nuevos inquilinos ven cumplirse sus plazos, ese silencio y ese manto de polvo que cubre algunos de sus rincones tienen las horas contadas. Con una nueva temporada acechando a la vuelta de la esquina y la vista puesta en la primavera, cuando La Corza Blanca dejará de ser un alojamiento temporal, el grupo que gestionará el hotel (y algunos otros servicios de restauración del complejo) se apresuró a recoger las llaves para ponerse a faenar en el interior, que es donde puede hacerlo porque el exterior de la instalación, que hace un guiño a la arquitectura nórdica, sigue siendo cosa del Gobierno regional.
Plenamente consciente de que tiempo no le va a sobrar y trabajo no le va a faltar, el CEO y fundador de SNÖ Hotels, David Rey, ha formado un equipo de profesionales a los que ha encomendado la misión de adecentar un alojamiento de montaña que tiene un total de 68 habitaciones –47 dobles, 19 triples y dos cuádruples– con sus respectivos baños en las que hay cosas que hacer. Instalar mamparas y cortinas, cambiar luminarias, sustituir láminas... Lo dejará en manos de un interiorista vasco al que va a colocar frente a todo un desafío; modernizar una instalación construida allá por los años sesenta con algunas estancias y detalles que lo corroboran.
Dotada con generosos espacios comúnes (dispone de amplios salones sociales, un restaurante con capacidad para 140 comensales, cafetería, piscina y hasta sauna), el hotel tiene un pequeño pub de cuyo techo cuelga una bola de discoteca que no se instaló para darle al local un cierto aire vintage. Es que debe llevar allí desde 1968. Y allí seguirá mucho tiempo más, sobre las cabezas de los clientes, que a partir de la próxima primavera podrán alojarse en el hotel sea cual sea la época del año, así nieve o luzca el sol.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.