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El cierre de un bar hace una semana en Torrelavega, después de que la Policía Local encontrara en su interior a 63 menores de edad, ha reabierto el debate sobre la presencia de adolescentes en este tipo de establecimientos. Los hosteleros de Cantabria ... piden una mayor presencia policial en las calles para evitar la presencia masiva de menores en pubs y bares de copas, al mismo tiempo que reconocen el esfuerzo de los ayuntamientos para velar por el cumplimiento de la Ley y de las ordenanzas municipales. Sin embargo, el sector reclama que «continúen vigilantes» porque «su labor preventiva e intimidatoria es clave para erradicar tanto la presencia como el consumo de alcohol de estos jóvenes en bares y en la calle».
El presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC), Ángel Cuevas, asegura que la práctica totalidad de los bares y pubs de la región «cumplen las leyes y la normativa» porque «somos los primeros interesados en que así se haga», no obstante insiste en que la tarea de prevención y vigilancia por parte de los ayuntamientos y de la Policía «es fundamental» para acabar con «este tipo de prácticas ilegales», que a su juicio «son hechos puntuales».
El máximo representante de los hosteleros cántabros recuerda que estos establecimientos permisivos con el acceso de menores y, en algunos «extremos», el consumo de alcohol de adolescentes en su interior, van en contra de la Ley de Espectáculos de Cantabria, por lo que pide al Gobierno regional que sea «inflexible» con las medidas sancionadoras a imponer en cada caso que se demuestren estos hechos.
Ángel Cuevas Asociación de Hostelería
Sobre el cierre de un bar en Torrelavega con la presencia en su interior de menores, Cuevas pide que no se criminalice al sector y propone que la Policía Local «haga su trabajo, porque los hosteleros no disponemos de todos los medios suficientes para controlar el acceso de los jóvenes a los establecimientos».
Por su parte, el concejal de Personal y Protección Ciudadana en el Ayuntamiento de Santander, Pedro Nalda, considera «muy preocupante» la presencia de menores de edad en los locales de ocio nocturno tras la reciente redada en el bar 'Luz de Gas' de Torrelavega.
En el caso de la capital cántabra, Nalda destaca que desde el Consistorio se ha iniciado un cruzada contra la presencia de botellones en la vía pública, los ruidos nocturnos y el cierre de los locales de ocio con importantes repercusiones para el descanso de residentes y turistas. «La Policía Local, por supuesto, tiene instrucciones para controlar el acceso de menores a los bares de copas». De hecho, recuerda que en lo que va de año el Ayuntamiento santanderino ha tramitado seis denuncias por consumo de alcohol de menores de edad en locales, bares o discotecas. El edil responsable de Protección Ciudadana explica que los agentes realizan labores de vigilancia rutinarias, «en especial los fines de semana, o ahora que llegan las fiestas de Navidad», así como «también respondemos a las llamadas de ciudadanos».
Pedro Nalda Ayuntamiento de Santander
En la segunda ciudad más grande de la región, Torrelavega, también son conscientes de que la labor preventiva es fundamental para exigir el cumplimiento de la ley y de las ordenanzas municipales por parte de los establecimientos hosteleros. El concejal de Seguridad Ciudadana, Pedro Pérez Noriega, indica que la estrategia en la capital del Besaya consiste en dotar de una mayor presencia policial a aquellas zonas en la que «tenemos constancia de que hay una mayor concentración de jóvenes».
El edil dice que su departamento analiza la situación del local de Félix Apellaniz, así como las correspondientes sanciones administrativas que corresponde aplicar al Ayuntamiento, mientras recuerda que ya se ha dado traslado al Gobierno regional sobre aquellas presuntas irregularidades que puedan ir contra la Ley de Espectáculos.
Pérez Noriega reconoce que «fue una sorpresa encontrar tantos menores» a esas horas y con bebidas alcohólicas a la vista, si bien es difícil de demostrar que hubieran o no bebido. El edil apunta, no obstante, que se habían recibido quejas vecinales y que había antecedentes de permiso de entrada a menores.
Juan Carlos Zubieta Sociólogo
Por otro lado, el director del Taller de Sociología de la Universidad de Cantabria, Juan Carlos Zubieta, señala que el problema del binomio alcohol-menores «no es que un día determinado un grupo de jóvenes beba, ni que lo haga un día en la calle, ni que un día metan ruido y que dejen sucio el parque. El problema es que esa reunión, regada con alcohol, sea una costumbre, se convierta en un tipo de ocio semanal». El sociólogo apunta dos datos que deben alertar a las administraciones, autoridades, padres y centros educativos sobre esta problemática. Por un lado, en España está descendiendo la edad de iniciación en el consumo de alcohol (en torno a los 13 años) y, por otro, que beben los fines de semana, en grupo y como una actividad de ocio.
En otros municipios de Cantabria no son ajenos a esta situación y la labor de prevención y vigilancia, igual que en Santander y Torrelavega, recae en la Policía Local. En Camargo y en Castro Urdiales, fuentes municipales afirman que los controles se han intensificado tanto para la erradicación de los botellones como para exigir el cumplimiento del horario de cierre de bares o para vigilar la entrada de menores a estos establecimientos. Controles que se verán reforzados durante las próximas fiesta navideñas, con dispositivos especiales para la madrugada del 31, Nochevieja.
Pedro Pérez Noriega Ayuntamiento de Torrelavega
En Laredo, Rafael Aires, presidente de la Asociación de Empresarios de Laredo (Acelar), asegura que los hosteleros del municipio cumplen con la ley y con la ordenanza y, en este sentido, destaca la labor de la Policía Local, que «está haciendo muy bien su trabajo», como así lo avalan los datos, ya que «en Laredo apenas ha habido incidencias en los últimos años relacionadas con irregularidades en bares de copas, pubs o discotecas».
Lo ideal, según los hosteleros consultados, es que Policía Local y empresarios de las zonas de ocio compartan esta misión para detectar la presencia de menores en los locales y evitar que éstos consuman alcohol. Los dueños de estos negocios aseguran que su intención es cumplir la ley para que las distintas zonas de copas y de vinos retomen su antiguo ambiente de ocio tranquilo. Para ello, desde la Asociación de Hostelería de Cantabria ofrecen su colaboración a los agentes locales, tanto para la erradicación del botellón como para evitar cualquier alteración del orden público que en definitiva «a quien más perjudica es a los propios hosteleros».
Los ayuntamientos deben desarrollar programas de animación sociocultural para niños, adolescentes y jóvenes. Esta es, según el director del Taller de Sociología de la Universidad de Cantabria, Juan Carlos Zubieta, una de las alternativas de ocio que necesitan los jóvenes. Según afirma, los educadores de calle deben ser una figura común en los pueblos y ciudades. Para Zubieta no hay dudas de que «corresponde a los ayuntamientos, en coordinación con las escuelas, desarrollar alternativas de ocio y dotar de equipamientos para que esas actividades se puedan realizar». En el caso concreto de Torrelavega, colectivos juveniles recuerdan que la ciudad carece «incluso de salas de cine».
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