La huelga de Atención Primaria deja ya al menos 45.000 consultas pendientes

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Ana Rosa García

Pero en ese vaivén de negociaciones, de avances y cesiones de un lado y de pasos atrás y presiones por otro, miles de pacientes se han visto afectados cada día. Primero los que ya estaban citados antes de que los médicos de familia y los pediatras comenzaran la protesta, el pasado 7 de noviembre, y que se han quedado en cola (al menos los que no estaban considerados como urgentes). Estas serían las más fáciles de contabilizar, puesto que estaban registradas en el sistema. Al estar centrada en la profesión médica, la huelga no ha repercutido sobre las citas de enfermería, que se han mantenido con normalidad, aunque en muchos casos con una demanda superior a la habitual, derivada de la falta de médicos, como ha declarado el sindicato Satse.

A esas consultas aplazadas sin fecha a la vista, habría que añadir las que no se han podido ni siquiera concertar porque las agendas están bloqueadas mientras se alargue el paro. No constan en ningún sitio, pero engordan la lista (invisible en este caso) de perjudicados. Aquí se pueden dar varias casuísticas: si el facultativo al se está adscrito está trabajando con normalidad (los menos dentro de la plantilla de Atención Primaria que cubre el horario de mañana), la actividad no se verá alterada; pero si la demanda va dirigida a alguno de los profesionales que han decidido secundar la huelga (aquí el SCS habla de 130, frente a los 200 del sondeo realizado centro por centro por este periódico hace justo una semana) quedará a la espera de que las negociaciones entre Sanidad y el Sindicato Médico lleguen a buen puerto y vuelva la normalidad a los centros de salud, o pasará a manos del equipo de servicios mínimos. Y estos tienen instrucciones de priorizar la atención indemorable, la que no puede esperar a que se resuelva el conflicto, así que la suerte del paciente dependerá de la carga laboral de cada momento.

A la relación de pendientes, se sumarían las consultas que tendría en su jornada habitual el personal ahora designado como mínimos (dos médicos de familia y un pediatra por cada una de las 42 áreas de salud), que también podrían quedan en suspenso en función de la demanda derivada de la propia huelga.Sin perder de vista que muchos de estos pacientes que no consiguen ser atendidos en el horario de mañana acabarán buscando esa respuesta en los servicios de Urgencias, bien de la propia Atención Primaria –en los SUAP los mínimos se fijaron en el 50%– o de los hospitales, y tampoco hay forma de contabilizarlos.

Así las cosas, sólo con 28 pacientes por médico, contando que alrededor de 200 han seguido la huelga, serían 45.000 consultas en el aire, incluidas ya en el cálculo las del día de hoy, que podría ser el último. Ahora bien, si se aplica el dato de seguimiento que maneja la Consejería (los 130), esa cifra estaría más cerca de las 29.000. De la misma forma que si se eleva la media de pacientes atendidos por día al dato que aportan los profesionales en pie de guerra, que lo sitúan «muy por encima de los 35», ese volumen se dispararía a más del doble.