La huelga del personal de seguridad en el aeropuerto de Bruselas deja tirado a casi todo el pasaje

Así que los pocos que lo lograron lo hicieron por dos vías: o bien llegando cuatro horas antes de la hora de salida para evitar los piquetes o, más arriesgado, escalando por unos andamios del edificio hasta acceder por una puerta secundaria.

Aunque el vuelo tenía previsto salir a las 18.30 horas, el aviso de 'Atrasado' acompañó la información del viaje desde varias horas antes. También la puerta de embarque cambió un par de veces. Así que los pocos que habían logrado acceder al aeropuerto desconocían si finalmente despegarían o no. Sobre todo, porque gran parte de los pasajeros seguían en la calle sin posibilidad de entrar.

«Pregunté a una azafata que me confirmó que la compañía –Ryanair– iba a despegar sí o sí», cuenta Pozo, «indignado» al saber que la mayoría de la gente se iba a quedar en tierra. Y así ha sido. Una hora después, estaba en el avión rodeado de asientos vacíos y listo para volver a Santander.

En Cantabria, el Parking Parayas custodiaba el coche de varios pasajeros durante sus vacaciones y el dueño, Iñaki de Dios, se ha puesto en contacto con ellos para proponerles alternativas que les permitan llegar cuanto antes al Seve Ballesteros. Algunos se decantaron por volar desde otro aeropuerto belga hasta Madrid y, desde ahí, ir en coche alquilado hasta Santander, mientras otros eligieron conectar con Bilbao con un transbordo en Alicante.

En el viaje inverso, de Cantabria a Bruselas, la huelga solo se ha notado por el retraso del vuelo, de en torno a una hora.