Las huelgas de autobuses y ambulancias ponen en jaque hoy dos servicios esenciales

¿Qué pacientes podrán verse más afectados? De entrada, los servicios mínimos fijados por Sanidad obligan a garantizar todos los traslados a diálisis, a tratamientos de rehabilitación por daños neurológicos agudos o traumatológicos cuya interrupción pudiera ocasionar secuelas; así como a radioterapia y quimioterapia. También deberán estar cubiertos todos los desplazamientos de pacientes que reciban el alta desde los servicios de Urgencias y de aquellos que acudan a consultas o pruebas relativas a procesos oncológicos o de extrema gravedad cuya cancelación pudiera tener consecuencias negativas en su evolución. Un volumen que la empresa cuantifica, en total, en el 80% de los pacientes que mueven cada día, que puede girar en torno a los 700.

De forma que donde podrán faltar ambulancias y, por tanto, generarse mayores retrasos, es en los traslados procedentes del resto de las consultas y de pacientes que reciben el alta hospitalaria desde planta. En total, Diavida estima que «el impacto podría ser de entre 150-200 servicios, que equivale a entre 75-100 pacientes», teniendo en cuenta que, por lo general, son viajes de ida y vuelta. «No obstante, vamos a intentar hacer el 100% de la actividad», avanza el gerente de Diavida, Antonio Moreno, sorprendido de que UGT siguiera adelante con la protesta pese a que la compañía cumplió con su compromiso de completar la nómina atrasada de octubre y adelantar la de noviembre.

El comité de empresa interpretó que, aunque el abono de los sueldos pendientes era el principal detonante de la protesta, no era suficiente para desactivar la movilización, «porque la empresa sigue sin aportar documentación alguna que garantice su liquidez económica para futuros salarios», como explicó Gildo Caballeros, presidente del comité y delegado de UGT. Sin embargo, desde USO (segundo sindicato con más peso), que había apoyado en un principio la protesta, entendían que «una vez abonadas las nóminas, la convocatoria de huelga debería decaer y solucionar los demás asuntos pendientes, muchos de ellos de relevancia, en una mesa de negociación que, con carácter de urgencia, debe formarse entre la empresa y el comité».

Pero UGT no contemplaba esa vuelta atrás. Cabañeros argumentó que Diavida «ha pagado con dinero prestado o adelantado del propio Servicio Cántabro de Salud». Y «aunque pague todas las nóminas de noviembre, la empresa seguiría debiendo dinero a la plantilla porque no ha abonado el aumento salarial previsto en el convenio colectivo, un 2,5%, ni en octubre ni en noviembre», subraya el sindicalista. Y aquí hay un matiz a tener en cuenta, que la empresa, por su parte, también trata de aclarar: el convenio para el sector del transporte sanitario en Cantabria para el periodo 2021-2027, firmado en 2023 por CSIF, cuyos delegados entonces eran los mismos que hoy encabezan el comité como representantes de UGT, y por USO con la Asociación Regional de Ambulancias de Cantabria (Ambucantabria), establecía que el primer año de su aplicación habría una subida salarial del 3%.

De hecho, ese incremento fue el que motivó la movilización del transporte programado el año pasado (liderada por CSIF) cuando la primera licitación quedó desierta, mientras que los compañeros del transporte urgente, readjudicado a Autransa (antes Ambuibérica), sí lo empezaron a cobrar. En aquel momento, para lograr la equiparación, fue la Consejería de Salud la que tuvo que apagar el fuego, llegando a un acuerdo con Ambuibérica para compensar los gastos y que pudiera aplicar la subida también a la plantilla del programado. Pues bien, según el documento publicado en el BOC, la subida salarial del 2,5%, que ahora reclama el comité de huelga, se aplicaría al año de la entrada en vigor del contrato. ¿Está justificada esa reivindicación cuando Diavida solo lleva dos meses gestionando el servicio en Cantabria? La respuesta la darán los servicios jurídicos.

Mientras tanto, de lo que no cabe duda es de que a partir de hoy los técnicos sanitarios de Diavida empezarán con la huelga indefinida. La protesta no repercutirá en el servicio urgente del 061 (las amarillas), que gestiona la compañía Autransa (HTGroup), antes Ambuibérica. De hecho, entre los propios trabajadores hay voces que recuerdan que, aunque es lógico el malestar por el retraso en la nómina de octubre -en algunos casos cobrada casi al tiempo que la de noviembre-, parte de los problemas que se denuncian de Diavida ya existían cuando era Ambuibérica (ahora Autransa) la que lo llevaba.

Respecto a las deficiencias en las bases, que también es una queja que ha expuesto la plantilla, especialmente la del área de Laredo, a través del sindicato CGT (a favor de continuar con la huelga), el consejero Pascual explicó el lunes en el Parlamento que el pliego del contrato da un plazo de 120 días para la puesta a punto de sus instalaciones. No obstante, también dijo que se ha abierto expediente sancionador por el retraso en el pago de las nóminas, a sumar al iniciado a mediados de octubre por las incidencias registradas en el servicio en las dos primeras semanas.

El paró en el otro servicio de transporte, el de viajeros por carretera, es el segundo que organizan los sindicatos del sector en lo que va de otoño. La primera jornada de huelga tuvo lugar el pasado 29 de octubre. Se dejó notar en los servicios autonómicos, municipales y también en los autobuses escolares, pero ni mucho menos provocó un caos generalizado en Cantabria. Se redujo el número de rutas hasta acercarse a los servicios mínimos, las esperas en las marquesinas fueron algo más largas de lo habitual y los usuarios tuvieron más dificultades para encontrar un asiento libre cuando se subían a los vehículos, pero nada dramático salvo casos y líneas puntuales. En esta ocasión, las protestas durarán dos días: hoy y mañana.

Las causas son las mismas. Solicitan a la Administración estatal -porque el paro está convocado en todo el país- el inicio del procedimiento para implantar el sistema de coeficientes reductores a la edad de jubilación (de los 67 a los 60 años) para que los conductores puedan retirarse de manera anticipada sin perder dinero, algo que ya recoge la normativa nacional para otros trabajadores de sectores sensibles.

En cualquier caso, la incidencia del paro puede ser menor que la de hace un mes porque se han descolgado de la convocatoria los sindicatos UGT y SLT tras el último compromiso de la patronal. Este acuerdo, que no acepta la mayoritaria Comisiones Obreras, consiste en presentar, de forma conjunta, una solicitud al Ministerio para aplicar los coeficientes reductores dentro de un Real Decreto previsto para febrero. CC OO lo considera insuficiente.

Aquí también habrá servicios mínimos. Quizás el ámbito más relevante por número de rutas y el perfil de los usuarios es el transporte escolar. La Consejería garantiza realizará, al menos, la primera expedición de ida y la última de retorno del centro de estudios. Eso quiere decir que si el centro tiene jornada continua, los servicios mínimos serán del 100%. Sí pueden suprimirse autobuses si hay jornada partida.

En las líneas regulares, los servicios mínimos son del 30% con carácter general y en las que tienen más frecuencias. En las que hacer menos de diez viajes, la reducción será proporcional: en las líneas con una única expedición diaria de ida y vuelta se realizará en su totalidad, en las de hasta tres expediciones habrá al menos una... En los autobuses del Transporte Urbanos de Santander (TUS), el acuerdo de Ayuntamiento y sindicatos es del 47%. Torrelavega también informa a los usuarios de disminución en el número de servicios del Torrebús, aunque no aporta un porcentaje.