«Las huertas se habían quedado abandonadas»

Con la llegada de la fase 0 de desescalada está permitido el regreso a la actividad en los huertos urbanos, aquellos destinados a autoconsumo o pertenecientes a redes municipales. Desde el sábado se puede volver al cuidado no profesional de las huertas según se publica en el Boletín Oficial del Estado. Son muchos los hortelanos no profesionales que habían mostrado su malestar al ver que todo aquello que tenían plantado no lo podían recoger, ni atender debidamente, o tampoco sembrar de cara a la inminente temporada de verano.

«Se nos han echado a perder muchas cosas, como los semilleros, pero bueno, es el mal menor y estamos contentos de poder volver a nuestras huertas, que habían quedado ahí abandonadas», comenta Óscar Gutiérrez, uno de estos horticultores amateur. El Ayuntamiento de Torrelavega ha publicado un decreto que establece un control de acceso por días en función de los huertos con números pares o impartes con el fin de regular el flujo de agricultores. Los usuarios con parcela de número par pueden acceder a las fincas de Coteríos o de Mies de Vega los martes, jueves y domingo de 09.00 a 13.00 horas, mientras que los titulares de terrenos impares podrán hacerlo los lunes, miércoles y sábados de 16.00 a 20.00 horas.

En ninguno de los casos se deberá exceder el tiempo de permanencia en los huertos más allá de dos horas, lo que se entiende como tiempo mínimo para el mantenimiento y la recolección de verduras y hortalizas. Asimismo, no está permitido la utilización de los aseos, y en la caseta de aperos el acceso está restringido a una sola persona, que además se encargará de limpiar con un trapo y alcohol el pomo de la puerta antes de entrar y al salir. También las herramientas comunes deberán ser limpiadas antes y después de cada uso con líquido desinfectante que deberá aportar cada uno de los usuarios.

Óscar Gutiérrez entiende que «las medidas son viables y en principio no debe haber problemas para que la gente sea responsable y se cumplan, porque al final lo que se intenta es que no haya mucha gente para evitar contagios». «Estamos contentos sobre todo porque no entendíamos cómo no se nos dejaba al menos ir a la huerta para recoger lo que tenemos plantado, como patatas y cebollas. Ahora con estas medidas, más flexibles, podremos dedicarnos a plantar lechugas, tomates, berenjenas, pimientos... porque yo planto todo, hasta calabazas», dice.

Los usuarios de la red de huertos urbanos y sostenibles de Torrelavega han comprobado que algunas cosechas se han echado a perder durante los días de confinamiento en los que no han podido ser atendidos los cultivos, y se quejan sobre todo porque se ha multiplicado la presencia de conejos por la zona de Coteríos (junto al campus universitario) durante esta cuarentena, así que «tenemos trabajo por delante», apunta Óscar.

Aunque el huerto que mantiene está en la finca municipal de Mies de Vega (junto al Barrio Covadonga), otro vecino, Michel González, lamenta que se hayan echado a perder «algunas cosas que ya teníamos plantadas», pero «estamos encantados con la apertura de los huertos porque aquí hay mucha gente que todo lo que saca de aquí lo lleva a casa y eso supone un alivio económico. Así no lo tienen que comprar en el supermercado».

Otra medida a seguir por los usuarios es que deberán mantener una distancia de seguridad mínima de, al menos, dos metros con las otras personas de los huertos colindantes, limitándose el aforo de manera simultánea para garantizar la seguridad. Igualmente es importante que los usuarios lleven guantes y mascarilla durante su estancia en el huerto y, lógicamente, para poder ir y volver a los huertos hay que llevar la acreditación de la titularidad de la parcela. La Policía Local podrá comprobar en todo momento que el titular tiene autorización para acceder ese día y a esa hora a los huertos.