Una idea hecha canción: cómo la Biblioteca Central de Cantabria se hizo viral
Dos móviles, un 'microfonín', apenas tres tomas y trabajo en equipo hicieron posible el vídeo que ha hecho que la biblioteca más grande de la comunidad autónoma crezca un poco más
Escucha el Videoclip

Silvia Méndez
Auxiliar administritativa y 'flautista'. Alberto Aja
Lydia Muñoz
Administrativa y encargada de los aplausos Alberto Aja
Marta González
Bibliotecaria y encargada de la idea, el guion y la producción Alberto Aja
Roberto Velasco
Bibliotecario que toca el 'piano de libros' Alberto Aja
Arabela León Fraile
Bibliotecaria y voz Alberto Aja
Carlos Castro
Bibliotecario y encargado de las redes sociales de la Biblioteca. Es coautor de la idea, el casting y la producción Alberto Aja
Más de 238.000 préstamos y clubes de lectura que conectan toda Cantabria
El vídeo la BCC ha cosechado decenas de miles de visualizaciones, pero las cifras de préstamos de la Biblioteca Central de Cantabria no se quedan para nada atrás: 238.607 el pasado año. Además del préstamo tradicional, formatos como e-biblio o e-film están «creciendo cada vez más. Y los audiolibros tienen también mucha demanda», precisa Alexia Luiña, directora de la institución desde 2019, que apunta a otros servicios estrella que conectan a cientos de personas de toda Cantabria. Los clubes de lectura son uno de ellos. Hay lista de espera y también los lotes que distribuye la BCC en institutos, bibliotecas más pequeñas o entidades como Cruz Roja son muy cotizados. «Las obras conectan lectores que entrelazan sus intereses».
Como dice la canción, esta biblioteca pública del Estado que es a su vez biblioteca regional de Cantabria oferta talleres para todos los públicos. ¿De qué? Por ejemplo, talleres de lectura dramatizada y cuentacuentos que imparte el personal de la propia BCC y también profesionales de éxito que forman a los participantes en el arte de contar un cuento. «Es una forma de animar a la lectura y que fidelizar», apoya Alberto Peña, coordinador de las actividades culturales. Clubes de videojuegos, el 'Blibliofest' con alumnos de los centros educativos cántabros, una sección de juegos de mesa, el cine fórum, el servicio de prensa o un vestíbulo cubierto que ejerce como plaza pública son otros de los tesoros de la BCC, que se erige en un lateral de la calle Marqués de la Hermida. Todo este catálogo constituye «un servicio a la ciudadanía», destaca Luiña.
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