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Detrás de la cancelación de un vuelo emerge un reguero de trastornos. Historias personales que escriben las compañías aéreas en la vida de sus pasajeros. La de Irene es una de ellas. «Siempre que puedo, evito viajar con Ryanair», admite esta cántabra que ... trabaja en un periódico de Londres. «Pero, esta vez, no me quedó más remedio», añade mientras se dirige a primera hora al aeropuerto de Stansted. «Ayer falleció mi abuela y necesito llegar a Suances cuanto antes. Si no llego, será por su culpa», sentencia.
Irene es una de los cientos de pasajeros que sufrió ayer la cancelación de la conexión entre la capital londinense y la cántabra. El vuelo estaba previsto que despegase de allí a las 18.45 horas y que, a continuación, regresase hacia Reino Unido. Pero, finalmente, se quedó en tierra. Y el pasaje, tirado. «Cuando llegamos al aeropuerto, el vuelo estaba en hora pero, poco a poco, vimos en la pantalla que se fue retrasando», explica Marcos, un cántabro que regresaba de hacer turismo en compañía de su mujer y sus dos hijos, y que no es la primera vez que sufre este tipo de problemas. Cuenta que ayer en Londres había «otros doce vuelos de Ryanair», que se fueron suspendiendo, «casi todos a Europa del este», por las malas condiciones meteorológicas. Ryanair ha explicado que el vuelo «se canceló debido al efecto en cadena de los retrasos causados por fuertes tormentas que tuvieron lugar en el aeropuerto de Londres Stansted, así como por la continua falta de personal de control aéreo» y que finalmente se sobrepasó el horario de apertura del aeropuerto de Santander.
Los afectados narran que casi a las nueve de la noche les avisaron de que podían embarcar. «Estuvimos dentro, sin movernos, cincuenta minutos. Después, la nave se dirigió a la pista y, cuando estábamos para despegar, regresamos a la terminal. Nos tuvieron dentro veinte minutos más sin darnos explicaciones», explica.
Al filo de las once, consiguieron bajar de la aeronave aún sin conocer el motivo. «La tripulación estaba escondida y no dio la cara. El capitán primero nos dijo por los altavoces que se suspendía el vuelo y que desconocía el porqué, luego se rumoreó que se había pasado de horas de vuelo y, finalmente, nos dijeron que había abandonado el avión por las malas condiciones climáticas», cuenta este pasajero.
Al pasaje no le quedó más remedio que acudir al mostrador de Ryanair en la terminal londinense. «Allí nos dijeron que no tenían ni idea qué iba a pasar -continúa relatando-, que nos pagásemos otro vuelo y el hotel y que reclamásemos a la compañía los gastos». Sin embargo, este pasajero se enteró por un conocido en Santander que Ryanair había dispuesto de un vuelo para hoy entre Santander y Londres, y viceversa. «Fui yo el que, a voz en grito, se lo dije al resto del pasaje y a los trabajadores de Ryanair, porque ellos no tenían ni idea. Acabaron aplaudiéndome como a un cantante», relata este cántabro, reconvertido en mediador.
A estas alturas de la noche, ya casi madrugada, una parte del pasaje optó por irse del aeropuerto a pasar la noche en un hotel. «Yo compré un billete de British Airways a Madrid, que me costó 116 euros. Desde allí ya me buscaría la vida para llegar a Suances», explica la pasajera que trataba por todos los medios de llegar al sepelio de su abuela.
El problema es que una parte no se enteró de que la compañía irlandesa había programado un nuevo vuelo para hoy. «Me enteré casi a las tres de la madrugada, cuando entré en la web de Ryanair para que me hicieran la devolución del tique, que me costó 200 libras. Pero el mensaje de texto con la confirmación oficial no me ha llegado a hasta las 8.25 horas de esta mañana».
Pese a lo que narran alguno de los afectados, Ryanair insiste en que «todos los clientes afectados recibieron un correo electrónico y mensaje SMS avisándoles de sus opciones: reembolso completo de su billete o reubicación en el siguiente vuelo disponible, sin coste adicional». La compañía asegura que se les proporcionó alojamiento y que los pasajeros fueron reubicados en un vuelo de sustitución que despegó este miércoles día 8.
Marcos, su mujer Judith y sus dos hijos optaron por no abandonar el aeropuerto. «Eran casi las tres de la madrugada y el hotel más cercano estaba a 30 kilómetros. Además, teníamos que estar pronto aquí para el embarque. Hemos dormido como hemos podido, en los asientos, al igual que la mayoría del resto de los pasajeros», explica. «Eso sí, muy amablemente, Ryanair -comenta, con ironía, este afectado- nos envió un mensaje en el que nos comunicaban que nos daban cinco euros para que pudiéramos cenar en algunos de los restaurantes de comida rápida del aeropuerto».
La misma situación de Londres se reprodujo a la vez en el aeropuerto Seve Ballesteros, en Santander. Los pasajeros de aquí vieron como el vuelo que debía aterrizar procedente de Londres no lo hacía. Y eso impedía su despegue hacia las islas británicas. «En la terminal nos dijeron que volviésemos mañana a las doce del mediodía para hacer el cambio y sacar las tarjetas de embarque», explica Aldana Silveyra, una de las afectadas.
Cuenta esta misma pasajera que en el mostrador «lo único que nos ofrecieron es que nos pagásemos nosotros todos los gastos y que luego se los reclamásemos». Muchos, según cuenta esta usuaria, tuvieron dificultades para encontrar dónde dormir en la capital cántabra. «Estamos en agosto, les dijeron los de Ryanair», añade.
El problema para esta Aldana es que tiene la estancia pagada en Londres. «Tengo miedo de que, al no llegar a tiempo, nos hayan quitado la habitación. Eso, y que son 9o libras, unos cien euros».
A las doce del mediodía (hora española) todos los pasajeros del vuelo de Londres estaban ya embarcados, aunque han partido con 25 minutos de retraso y han aterrizado en Parayas a las 14.20 horas. Los santanderinos esperaban aquí para, a continuación, regresar a Londres. Lo harán un poco más tarde de lo previsto, al no haber despegado a la hora el vuelo procedente de Londres.
Meteorología adversa en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat. Te recomendamos que consultes con tu compañía aérea el estado de tu vuelo. https://t.co/YjeQgXb6s5
— Aena (@aena) 8 de agosto de 2018
Aena ha anunciado para este miércoles problemas con todos los vuelos que operan desde el Aeropuerto del Prat, en Barcelona. Al Seve Ballesteros deben llegar varios procedentes de la ciudad condal. La empresa pública avisa a todos los posibles usuarios afectados que contacten con las compañías para revisar el estado de los vuelos.
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