«La igualdad va a ayudar a desarrollar todo»

-Ha sido una de las ponentes en el curso de la UIMP 'Hablan las periodistas', organizado por la Asociación de Periodistas de Cantabria, en el que se trató sobre el papel de la mujer en la evolución del periodismo. ¿Cómo lo percibe?

-En los últimos años se ha producido un cambio que favorece que las mujeres lleguen con una cierta normalidad, sin ser hitos históricos, a ocupar altas responsabilidades. Las mujeres han nutrido la base del periodismo en las redacciones, pero no eran aupadas a puestos de dirección y, cuando se hacía, como en mi caso, te encontrabas con comentarios estrambóticos. Con el nombramiento de mujeres al frente de la Agencia EFE o los informativos en TVE y la radio pública, se está normalizando la idea de que el periodismo necesita de la acción de las mujeres en la toma de decisiones, para proyectar a la sociedad esa alma femenina que hace tanta falta.

-Es fundadora de la consultora 50&50 Gender Leadership. Desde su punto de vista, ¿qué debe tener un buen líder?

-50&50 nace con vocación de conseguir un mundo de igualdad de oportunidades. Tenemos dos grandes propósitos. Por un lado, visibilizar los liderazgos femeninos para generar grandes referentes. Y, por otro lado, formar a las líderes del futuro. Trabajamos la autoestima, la autoconfianza de las chicas entre los 16 y los 17 años en el momento que van a elegir sus carreras. Queremos que descubran sus habilidades, en las que muchas veces no creen. Tienen que aprender a pensar a lo grande, sin límites.

-¿Por qué somos las mujeres buenas líderes?

-Somos magníficas líderes porque cuando una mujer llega arriba, se ha formado extraordinariamente, ha luchado, ha vencido sus inseguridades, su autoexigencia. Muchas veces trabajamos como si fuéramos 'Super Woman' y no lo recomiendo. Hay que saber renunciar para no estar al 100% en todo. De hecho, así lo hacen los hombres. Otra gran ventaja que tenemos es la gestión de emociones. Las grandes líderes internacionales, durante la pandemia, han coincidido en comunicar bien, en dar credibilidad y frenar los miedos. Han trabajado con la mano tendida. Son habilidades que las mujeres hemos desarrollado durante mucho tiempo en nuestras familias y en la sociedad. Ello genera ambientes más creativos, felices y productivos. Es algo que la sociedad no se puede perder.

-Vuelve a Santander esta misma semana con #chicasimparables ¿En qué consiste ese proyecto?

-Es un programa de jóvenes y liderazgo para chicas entre los 15 y los 18 años y aún hay plazas, por si alguna se quiere sumar (www.5050gl.com). Consiste en que se descubran todas sus capacidades. Es el curso que yo hubiera querido tener para mi hija. No tiene apenas teoría, la mayoría es práctica, muy creativo. Elaboran sus propios proyectos, trabajando en equipo, con profesoras de Esade y, además, respetan los objetivos del desarrollo sostenible. El último día del programa deben defender su proyecto ante un consejo de administración, formado por otros líderes que también están en el programa.

-Usted defiende que «la igualdad será el desarrollo de las zonas rurales». ¿Cómo podría esto ayudar a la despoblación rural de Cantabria?

-La igualdad va a ayudar a desarrollar todo. Cuando hablamos a las #chicasimparables de los objetivos de desarrollo sostenible pienso que no hay ninguno que se pueda implementar sin igualdad. ¿Cómo llegar al objetivo uno, que es acabar con la pobreza, sin la igualdad? ¿Cómo, si te preocupas por el planeta, no quieres la visión de las mujeres, mucho más sensible hacia la vida en general? Por otra parte, en el mundo rural, con elementos como el teletrabajo y la educación a distancia, las mujeres podrán acceder con las mismas herramientas que los hombres para poder desarrollarse.

-Cuando viene a Cantabria, ¿cómo le gusta desconectar'? ¿Algún lugar especial?

-¡Me gusta todo! (risas). La vida es energía y pasión. Y aquí lo encuentro todo. Tengo una visión muy pictórica de la vida y aquí los colores son maravillosos. Y la gastronomía es maravillosa. Soy celiaca y esto hace que me guste todo lo prohibido.