Antón Costas | Presidente del Consejo Económico y Social (CES)

«El impacto de la inestabilidad política en la economía seguirá siendo muy reducido»

-¿Cuáles son las principales líneas de la Memoria 2023?

-La Memoria aborda la evolución de la economía, el mundo del trabajo y las condiciones de vida de la sociedad a lo largo de 2023. La economía española está experimentando una primavera económica, que comenzó en 2021 y continúa, acompañada por una tasa importante de crecimiento tanto del PIB como del empleo. La Memoria también pone de manifiesto que este sol primaveral no calienta a todos por igual. Hay datos preocupantes, en particular el aumento de la pobreza infantil, uno de cada tres niños en España. Esto es una anomalía dramática que no corresponde ni a nuestra fortaleza económica ni a un sistema democrático consolidado. El coste económico de este fenómeno a largo plazo es enorme, del entorno de los 60.000 millones de euros. No podemos olvidar tampoco que 2,5 millones de personas no encuentran empleo. Hay que instrumentalizar políticas eficaces de acompañamiento.

El tercer elemento que muestra la Memoria es que la economía española está cambiando su tradicional comportamiento maniaco depresivo por uno más equilibrado. Me explico, cuando el ciclo económico global era expansivo España crecía casi la primera, tan sólo por detrás de China; en caso de recesión, pasaba más tiempo en el pozo que la media. Esto está cambiando: el crecimiento de la economía viene por primera vez acompañado de desequilibrios macroeconómicos en términos de reducción de déficit, deuda e inflación, así como con superávit en la balanza de pagos. Como contrapunto, la vivienda se está convirtiendo en un cuello de botella que estrangula esta perspectiva de buen comportamiento económico a largo plazo, pues impide la movilidad de personas en busca de empleo.

-¿Cómo puede afectar a la economía la inestabilidad política europea o la necesidad constante de pactos políticos del Gobierno de España?

-De momento no está afectando. Podríamos decir que es una sorpresa, pues lo intuitivo sería que una fuerte polaridad política introdujera inseguridad, lo que llevase a una caída de actividad. Su impacto, en todo caso, es mucho más reducido de lo que podríamos temer. Mi pronóstico personal es que esto se va a mantener por la dinámica económica de fondo muy importante centrada en la decisión de los grandes países -EE UU, China o Unión Europea- con grandes programas de apoyo a la inversión para hacer frente a retos como el cambio climático, la transformación tecnológica o la defensa. No veo un pronóstico de recesión en los próximos años.

-¿Qué le parece la dificultad para acordar un nuevo modelo de financiación autonómica y la reclamación de un mejor trato por parte de Cataluña?

-Creo que veremos acuerdos sucesivos, pero no tanto para abordar la reforma del sistema de financiación en su conjunto como para que vayan respondiendo a las necesidades reales de las autonomías, con un objetivo que sí que creo que hay que mantener: el de la igualdad de los españoles al acceso a los servicios públicos.

-¿Habrá que seguir introduciendo cambios en el sistema de pensiones?

-No veo en peligro el sistema público de pensiones. Es más, no soy capaz de concebir el capitalismo sin un sistema público de pensiones muy potente. Lo lógico es que se vaya adaptando a los cambios, pero que estos sean graduales, así como por consenso a través del Pacto de Toledo.