«Es importante marcarse una rutina flexible y unos objetivos diarios realistas»

El estado de alarma se prolonga dos semanas más y eleva a un mes la duración del confinamiento. Treinta días durante los que la población sólo puede salir de casa para «lo indispensable». O lo que es lo mismo, muchas horas encerrados entre cuatro paredes. Es fácil caer en el desánimo y en la sensación de que esta situación no terminará nunca. Para evitarlo, varios psicólogos de la región ofrecen una serie de pautas que permitirán lidiar más fácilmente con las horas muertas, el teletrabajo, el cuidado de los hijos e, incluso, el posible contagio del coronavirus. Todos coinciden en lo mismo: la mejor manera de no caer en el desánimo es marcarse una rutina «flexible, no demasiado exigente» y unos «objetivos diarios realistas» que puedan cumplirse a lo largo de la jornada.

Mantener la mente positiva. El decano del Colegio de Psicólogos de Cantabria, Javier Lastra, lo tiene claro: «No debemos pensar en que quedan tres semanas de confinamiento por delante, sino en que ya hemos superado una». Este profesional considera que es importante dar relevancia a los datos optimistas en lugar de enfocarse en lo negativo. En esta línea, pide que la gente dé más importancia a las cifras de personas recuperadas que a los fallecimientos a causa del Covid-19. Defiende que de esta situación se podrán sacar cosas buenas. «Cuando volvamos a salir, nos fijaremos más en aquellos detalles de los que antes pasábamos de largo». Además, apunta que este periodo de confinamiento es un buen momento para retomar las actividades que en nuestro día a día no podíamos realizar. «Como retomar ese libro que no tenías tiempo de leer porque no parabas por casa».

También expone que es contraproducente dar importancia a todas las informaciones sin fuentes que se comparten por redes sociales, con testimonios de los que se desconoce su procedencia y que en muchas ocasiones describen situaciones dramáticas sin que se pueda contrastar si son reales o no. «Es mejor evitarlos porque sólo contribuyen a fomentar el alarmismo».

Aceptar la situación y vivir el presente. La psicóloga Arantza Garrido defiende la necesidad de marcarse rutinas cada día que incluyan desde las actividades obligatorias, como puede ser el teletrabajo, a otras más livianas, como leer un libro o escuchar música. «Es importante darle importancia a cada cosa que hacemos. También compartir tiempo con los nuestros, ya sea con aquellas personas con las que vivimos o a través de videollamadas». Para las personas que teletrabajan, aconseja que se pongan objetivos y metas concretas que puedan ir cerrándose a lo largo del día. «Si se van acumulando y no se terminan, puede generar ansiedad». Afirma que es muy importante «marcarse una hora de inicio y otra de final» para poder desconectar y que la mente difiera entre el trabajo y el ocio.

Durante el confinamiento, Garrido y otros profesionales realizan consultas 'online'. En concreto, ella trabaja con víctimas de trata y refugiados, pero recuerda que otros compañeros están disponibles telefónicamente.

Los adultos comprenden por qué están encerrados, pero no los niños. Garrido indica que les influyen mucho las emociones de los padres y «pueden frustrarse si detectan que sus progenitores lo están». Con el ejemplo de 'La vida es bella', la profesional considera que es importante crear un entorno lúdico para ellos.

Ana Amelia Sánchez es psicóloga perinatal y trabaja con mujeres embarazadas. Mientras dure el estado de alarma, atiende a través del teléfono de forma gratuita junto a otras compañeras. «Muchas embarazadas sienten incertidumbre por la situación que estamos viviendo y algunas tienen que lidiar con la crianza de sus otros hijos». Aunque ahora tenemos más tiempo para disfrutar de aquellos con los que vivimos «tampoco podemos presionarnos e intentar hacer actividades constantemente con los niños» porque se debe compaginar con las obligaciones. «Si tienes que teletrabajar y atender a varios hijos, puedes sentir mucha presión por no poder abarcarlo todo». Por eso, es importante planificar un horario y reservar algún momento para uno mismo.

La psicóloga Isabel Diego añade que «debemos darnos permiso para estar mal y analizar cómo nos sentimos». Eso sí, «sin regodearse en el agobio y realizando luego una actividad de desconexión». También sirve de ayuda exponer nuestros miedos en voz alta. «No quedárnoslo dentro nos ayuda a restarle importancia».

Y, si caigo enfermo, ¿cómo lo afronto? Ante los primeros síntomas del Covid-19, Diego insiste en que se debe llamar al teléfono habilitado (900612112) y seguir las indicaciones sin alterarse «porque la alarma no va a mejorar la situación. La persona que nos atiende también está estresada y, si no se mantiene la calma, puede haber un bloqueo en la comunicación». Si se contagia un ser querido, Diego insiste en «no llamarlo por teléfono insistentemente, nada va a cambiar porque lo hagamos». Añade que, en este escenario, es importante mantener la mente ocupada para evitar la ansiedad y recordar que la tasa de mortalidad es muy baja.

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