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El Pas llegó a crear inmensas balsas de agua en los prados a su paso por Salcedo. Fotos: Alberto Aja | Sane | P. Álvarez | Vídeo: Pablo bermúdez
Inundaciones otra vez, 10 días después

Qué impotencia

Cantabria ·

Casas, negocios y campos de Piélagos y Ampuero vuelven a inundarse diez días después por el desbordamiento de los ríos Pas y Asón | Una lluvia sin fin y el desnieve por el aumento de la temperatura vuelven a saturar los cauces

José Carlos Rojo

Santander

Viernes, 10 de diciembre 2021, 07:06

Qué impotencia. Casas, garajes, negocios, campos que se inundaron hace tan solo diez días volvieron a sufrir ayer el azote de unos ríos desbocados, que meten miedo al ver la fuerza con la que bajan. Viviendas cuyos propietarios se afanaron en limpiar durante las ... dos últimas semanas muestran este viernes nuevos rastros de fango y requerirán mañanas de paciencia, de llamadas al seguro, de valoración de daños, de desesperación. Y de miradas al cielo. Esperando que esta lluvia sin fin se agote y puedan recuperar la normalidad en sus vidas. Porque a los vecinos de Piélagos y Ampuero apenas les ha dado tiempo a recuperarse de las riadas del día 29. Este jueves, de nuevo, vieron con desesperación cómo el Pas y el Asón amenazaban sus propiedades mientras miraban con tensión los datos sobre la cantidad de agua que estaba cayendo y cómo la pleamar de las nueve de la noche se acercaba irremediablemente. Una combinación fatal en el horizonte con el resultado esperado: el Pas y el Asón no aguantaron tanta agua en sus cauces y volvieron a desbordarse. Los daños no fueron como los del día 29, pero es que ya llueve sobre mojado. Perto ¿por qué ha vuelto a suceder? Porque Cantabria volvió a encabezar los ránkings de lluvia de todo el país: 61 litros en Ramales de la Victoria, 58 en Santander, 47 en Bárcena de Cicero, por citar los tres primeros. Agua que se suma a la de este jueves, a la del miércoles, a la del fin de semana, a la de los últimos 17 días... Tanto ha llovido en estas tres últimas semanas que la tierra está empapada y yo no puede más. «No absorbe», dicen los expertos. Y el desnieve puso la guinda a esta tormenta perfecta. La subida de la temperatura a lo largo del día (en Reinosa, por ejemplo, el termómetro pasó de los 1,3 grados de mínima a los 9,8 de máxima) y los constantes aguaceros fundieron la nieve que aún permanecía por debajo de los 1.200 metros y alimentó los ríos durante toda la jornada hasta que estos dijeron basta.

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