Los servicios de extinción de Cantabria luchan contra cuatro fuegos

El lunes comenzó con tres fuegos en marcha. El más importante se registró en Ruanales (Valderredible), al que se sumaron otros dos en las zonas de Lamasón y Miera. Las previsiones meteorológicas no invitaban al optimismo, ya que se esperaba una subida de las temperaturas por la tarde que unido al viento provocaron nuevos focos. De hecho, la región estuvo todo el día en color naranja y rojo (riesgo muy alto y extremo, respectivamente), en el mapa de incendios de la Aemet.

El de Valderredible fue el que más preocupó, ya que se desató al filo de las diez de la noche del domingo. Para controlarlo, informó el Gobierno regional, intervinieron «dos agentes del Medio Natural, tres cuadrillas de bomberos forestales y la BRIF».

El operativo tuvo que esforzarse para tratar de aplacar el ímpetu de los incendiarios. La madrugada del domingo al lunes extinguió los seis incendios forestales desatados, tras un día en el que se habían contabilizado 16. Vega de Pas, con 3, fue uno de los municipios más afectados. Las llamas también llegaron a Torrelavega, en la zona del Monte Dobra, Los Corrales de Buelna (mismo monte), Miera, Soba, Riotuerto y Rionansa.

Si marzo fue un mal mes, ya que hubo 343 incendios –152 más que en el mismo mes de 2022–, abril discurre por el mismo camino. En total, las hectáreas quemadas superan ampliamente las 2.500.

Por ello, el Ejecutivo hace un llamamiento a la ciudadanía para identificar a los incendiarios, puesto que todos los fuegos han sido intencionados. Ante cualquier indicio, ruega que se comunique con el 112, la guardería de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente la Guardia Civil (Seprona).