Arrimadas invita a una ronda

El fondo político de la visita de Arrimadas estuvo en el mensaje. «Ahora nos toca gobernar». Parece una obviedad, pero no lo es tanto. Ciudadanos entiende que ha llegado el momento de entrar en los gobiernos. O por ganar o por ser clave para formarlos –y ganarse un puesto negociando–. Y, si no puede ser en el de España, en las comunidades autónomas y en los ayuntamientos. Para «defender» a familias y autónomos del «sablazo de impuestos». «Del Gobierno central nos van a llegar subidas de impuestos, nosotros aquí tenemos que bajarlos. Del Gobierno central nos van a llegar medidas populistas, nosotros aquí tenemos que compensarlas con sensatez. Del Gobierno central nos van a llegar apoyos de los nacionalistas, nosotros aquí tenemos que garantizar la igualdad dentro del territorio nacional».

Todos los partidos tienen en campaña sus palabras clave. Iglesias puso de moda lo de «la casta». Abascal, la «derechita cobarde». En Ciudadanos tiran de dos muy claras. Cada vez que Arrimadas las dijo sonaron los aplausos en 'El Italiano' –el restaurante en el que se celebró el acto–. «Sablazo» –de impuestos– y «chiringuitos» –de amiguetes.

La número dos de la formación naranja tiró de sus ejes. El partido moderno, el de los autónomos, liderar la oposición, unidad de España... Arañarle votos al PP –«mientras otros se desmoronan, nosotros estamos fuertes»–, política «frente a politiqueo» y el guiño a la sociedad civil. «¿No nos iría mejor con gente gobernando que supiera lo que es trabajar fuera de la política?». En la actualidad de Cantabria no entró mucho. En un turno de preguntas muy para lucirse le hablaron de infraestructuras. Ella se alejó de «propuestas populistas de campaña». Dijo que lo que defienden aquí es lo mismo que en Madrid y que su lema es el de la «igualdad de oportunidades para todos los españoles».

Bueno, y más allá de los cuarenta minutos de discurso subida a un cajón en un local abarrotado de gente y de calor –a más de uno se le hizo largo y le bajaba la gota de sudor por la espalda–, las imágenes que siempre deja una visita de este tipo. Hubo foto con los representantes de Jusapol en la puerta del local y un señor que le gritó durante el paseo desde Los Raqueros un sonoro «bravo Inés, mujer valiente». Ella se acercó y le dio dos besos. Como a las dos señoras del «mírala que guapa». O al candidato del partido en Camargo, Miguel Laso, que ayer celebraba su cumpleaños –saludar, saludó a todos los candidatos que fueron con ella durante el paseo–.

Mucho empujón para conseguir la foto a su lado, mucha cara de asombro entre los que buscaban un sitio en las terrazas de Calderón de la Barc y la broma de Félix Álvarez en el turno de preguntas.

–¿Con quién te tomarías tú una caña si puedes elegir: con Mario Casas, con George Clooney o conmigo con un traje de neopreno?

–Contigo al fin del mundo, pero si pueden venir los otros dos tampoco pasa nada.