«La información sanitaria no puede estar en manos de los políticos»

-Tras el exceso de información sanitaria por el covid, ¿qué podemos sacar en claro después de la avalancha de datos?

-Efectivamente ha habido una avalancha exagerada, además con interpretaciones de asesores, virólogos, médicos, e incluso de aquellos que tienen esa cualidad de confundir y de alterar la verdad, muchas veces sin filtro. La población necesita ser informada, porque si tienes que meter la vacuna cuatro veces a una persona y esa vacuna se ha configurado en once meses, que es algo realmente espectacular, tienes que explicar que no se acaba de inventar sino que es la base de veintitantos años de investigación y trabajos previos; tienes que informar de la seguridad de esa vacuna, de la importancia de los estudios, de que quien decide la autorización no es la industria farmacéutica que la produce sino centenares de biólogos, virólogos, epidemiólogos que llevan trabajando seriamente toda su vida. Esto es importantísimo de transmitir y España lo ha hecho mal.

-¿En qué sentido se ha comunicado mal?

-La comunicación la han hecho los medios de comunicación y no ha habido una portavocía sensata como en Estados Unidos, por ejemplo, donde cada semana dos doctores del National Institutes of Health y del Center of Desease Control se ponían ante centenares de periodistas abiertos a cualquier pregunta y canalizaban toda la información, a pesar de que había un elemento discordante con la posición de Trump.

-¿Qué le parece el trabajo que hizo Fernando Simón?

-Creo que fue bastante malo, y lo siento por él porque debe ser un buen muchacho, pero se quedó absorbido por el poder político. En la fase inicial de la pandemia hubo un cúmulo de desastres, pero cuando entraron las comunidades las cosas cambiaron. No hemos tenido a nadie que haya explicado claramente las cosas y este es el motivo del libro. Empecé a informarme, a informar a compañeros y también a los cántabros a través de las páginas de este periódico para contar qué estaba sucediendo, sobre todo a participar en su educación para que se vacunaran, que no tuvieran miedo y se protegieran.

-¿Se puede ver como un paso hacia la cultura sanitaria?

-Sí. La cultura de la salud tiene que ser trasmitida por aquellas personas que tienen conocimiento, que son honestos e independientes, que no ganan nada trasmitiendo una información y que lo hacen porque su trabajo se lo exige. Eso se tiene que acabar, la cultura de la información sanitaria no puede estar en manos de los políticos ni de personas instaladas en el sistema, sino que tienen que ser expertos reconocidos los que tienen que dar esa información.

-¿Es un libro para especialistas o cualquiera puede leerlo?

-El libro tiene en este momento 2.200.000 descargas, primero porque es gratis, y segundo porque está en español. He querido escribir la historia de verdad, de lo que pasó, y desde un punto de vista histórico tiene una lectura muy sencilla para todo el mundo. Luego hay una segunda parte con crónicas de la pandemia que iba escribiendo a medida que avanzaba y aparecían nuevas variantes. Una tercera parte es muy científica, por ejemplo con el efecto de los nuevos antivirales, problemas de las variantes, el covid persistente, y una última sobre qué tenemos que hacer en la próxima pandemia.

-¿Va a haber otra pandemia?

-No le quepa duda. Hay una pandemia cada cinco años: el SARS-CoV-1, el zika, la gripe H1N1, el ébola... Algo habremos aprendido, como tener comité de expertos con gente que indique qué hay que hacer exactamente, y no solo médicos, también economistas. Por ejemplo, los chinos pretenden tener covid cero y es imposible. Nunca vamos a erradicarlo.

-¿Qué tal lo hizo Cantabria?

-Muy bien, Cantabria hizo la vacunación correctamente, el consejero de Sanidad se ha ido y no sé por qué, porque el trabajo estuvo bien hecho y coordinado.