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El Parlamento quiere dar un portazo rápido a la polémica por el despacho de Cristóbal Palacio. No repondrá el vinilo retirado sin permiso y el ... letrado de la Cámara elaborará un informe en el que rechazará las acusaciones de «allanamiento» y de «atentado contra su inviolabilidad» hechas por el diputado, según ha podido saber El Diario Montañés.
La queja formal y por escrito de Palacio fue tratada hoy mismo en la Mesa del Parlamento -formada por dos miembros del PP, uno del PRC, uno de Vox y otro del PSOE-, donde la presidenta, María José González Revuelta, sí adelantó que se colocará un pladur o un vinilo traslucido para dar más privacidad al lugar de trabajo de Palacio, pero en ningún caso se volverá a instalar la imagen colocada hace dos meses y arrancada esta misma semana, después de que algunos diputados y funcionarios se quejaran de ella de forma oral, no por escrito.
Desde la Presidencia del Parlamento no quisieron dar muchas explicaciones sobre la decisión tomada, y se limitaron a informar de que contestarán por escrito al diputado. Pero durante la reunión de la Mesa, el letrado y secretario de la Cámara dejó muy claro que no estaba de acuerdo con las alegaciones presentadas por Palacio, que en ningún caso se ha producido un «allanamiento» y tampoco se ha atentado contra su «inviolabilidad». Y así se lo harán saber en ese informe que estará listo en los próximos días.
Tras su abrupta salida de Vox del año pasado, el ahora diputado no adscrito fue desterrado de la cuarta planta del edificio -donde están repartidos todos los grupos parlamentarios- a un habitáculo situado en el sótano, junto al ascensor, los baños y la entrada de la cafetería.
Como la pared frontal de ese despacho es de cristal y se trata de un lugar de paso -cada día cruzan por delante todos los trabajadores y diputados del Parlamento-, Palacio solicitó oficialmente a comienzos de año la instalación de un vinilo para tener más intimidad en su puesto de trabajo. Y la presidenta, María José González Revuelta, le dio permiso a su propuesta: una imagen del artista cántabro Santiago Arrarte que representa a Palacio, una vaca tudanca y el Hospital de San Rafael detrás (ver en la imagen de esta página).
El vinilo se colocó hace tres semanas, pero lo retiraron hace cuatro días. Para hacerlo, operarios del Parlamento abrieron el despacho de Palacio, entraron y lo desmontaron. El exdirigente de Vox ha asegurado a El Diario Montañés que no ha autorizado el acceso a su despacho «a ninguna persona, con excepción de la limpieza diaria». Es decir, se hizo sin aviso previo, ni orden por escrito, ni permiso del diputado. Esto es lo que provocó la inmediata reacción del abogado, que el martes presentó una queja por escrito a la Mesa para denunciar los hechos y pedir la restitución de la imagen. Mientras, en sus redes sociales tachó de «cuatreros» a los responsables.
«El despacho de un diputado es inviolable. La protección a la figura del diputado se extiende también a su ubicación personal de trabajo. Ninguna competencia de orden interno permite a ningún órgano de este Parlamento obviar esta inviolabilidad si no es con autorización judicial. En ningún caso ningún trabajador ni funcionario, con independencia de su rango jerárquico, puede acceder sin permiso», se puede leer en el escrito dirigido a la Mesa. En concreto, el exdirigente de Vox acusa a «personas desconocidas» de allanar su despacho y de «apropiarse» de la obra de arte 'Tudanca con Parlamento al fondo', generada con licencia concedida por el autor y «protegida tanto por el derecho de propiedad intelectual del autor como por la licencia concedida al diputado».
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