Y precisa que «durante años» han estado buscando diferentes moléculas que puedan servir como dianas terapéuticas para desarrollar fármacos que permitan mejorar la vida, supervivencia y, si es posible, curar a los pacientes con enfermedades autoinmunes», señala el catedrático.
Así es cómo, fruto de la colaboración entre la investigación clínica y la básica, se ha llegado al hallazgo de una molécula, denominada «Bambi»,«cuya inhibición, a través de fármacos, en concreto con un anticuerpo monoclonal, permite mejorar el curso clínico de estas enfermedades y en particular de la psoriasis. Estos hallazgos se encuentran aún en fase experimental, señala la UC en nota de prensa.
Para acreditar la eficacia de este tratamiento, se van a llevar a cabo las fases preclínicas y clínicas, con pruebas en humanos, con la creación de esta nueva empresa, en la que participan, por una parte, el equipo responsable del desarrollo científico, y por otra, profesionales del mundo financiero y de gestión, con experiencia en el desarrollo de este tipo de proyectos.
También se incluyen socios del mundo farmacéutico y el apoyo de inversores privados e institucionales, que facilitarán el arranque y posterior financiación del proyecto.
«La molécula clave en esta enfermedad es Bambi y su inhibición con un anticuerpo monoclonal especifico (BI0137) en ensayos preclínicos previene las lesiones cutáneas y articulares», señala el científico titular del Consejo Superior de Investigación Científicas (CSIC) en el IBBTEC, Ramón Merino, profesor asociado de la UC y también fundador y promotor de Inhibitec Anticuerpos.
Merino añade que «se trata de un anticuerpo monoclonal desarrollado frente a una nueva diana terapéutica, Bambi, que ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de estas patologías, y que además supone una nueva alternativa terapéutica frente a los tratamientos disponibles actualmente».
Gabriel Mesquida, socio fundador de Inhibitec Anticuerpos, comenta, por su parte, que «el proyecto es muy prometedor pese a presentar un alto riesgo, porque en cualquier momento puede aparecer toxicidad del anticuerpo o cualquier otro problema de tipo regulatorio».
Pero el objetivo, mantiene, es que en 2-3 años «logremos tener la molécula preparada para iniciar los ensayos clínicos». «Actualmente, el desarrollo preclínico se encuentra muy avanzado, con resultados muy prometedores, lo que permite ser optimistas de cara al logro del objetivo planteado», indica Mesquida.
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