El inicio de la reforma integral de El Dueso se retrasará al menos otros cuatro meses

Un retraso de al menos medio año que, a cambio, se compensa con avances en la tramitación. Instituciones Penitenciarias ya ha sacado a licitación la actuación con un presupuesto que finalmente será de 12,7 millones de euros y un periodo de ejecución de 24 meses. El plazo para que las empresas presentaran sus ofertas acabó la pasada semana y ahora es el organismo público el que tendrá que abrir los sobres para estudiar las propuestas técnicas y económicas. Todas ellas tienen que seguir las líneas marcadas por el Ministerio del Interior: que la modernización de este centro, que se empezó a levantar en 1904, no suponga la creación de nuevos edificios y que se recuperen las muchas estancias que con el paso del tiempo han quedado abandonadas y que están en desuso.

El grueso de la obra consiste en la reforma integral del módulo 1, el que alberga a la mayoría (el 85%) de los cerca de 450 internos que, de media a lo largo del año, cumplen condena en esta infraestructura. Dada su antigüedad y la escasa intervención que ha tenido, presenta carencias importantes respecto a los centros penitenciarios modernos. El ejemplo más evidente tiene que ver con las celdas. Las de El Dueso son celdas dobles de seis metros cuadrados, «muy reducidas para la convivencia de dos internos».

El objetivo es llegar al menos hasta los 10 metros cuadrados y acabar con la falta de privacidad en el uso del aseo, que actualmente tampoco cuenta con ducha. El estudio técnico también pone de manifiesto que no hay espacio para las pertenencias personales y que carece de sistemas de comunicación. Esto se conseguirá con la unión de dos celdas en una. Así, el módulo reducirá su capacidad y pasará de 417 camas a 336. El proyecto exige que el resto de la estructura original se conserve invariable. Se repararán y limpiarán la madera y las rejas y se cambiarán los vidrios de las ventanas. Además de la remodelación de celdas en las tres plantas, en el módulo 1 también se realizarán otras actuaciones en zonas comunes y se instalarán medidas de seguridad y contra incendios.

Desde la dirección del centro están elaborando la operativa para realizar la actuación. En principio, está previsto que se haga por mitades. En un primer momento, los presos de la parte en la que comiencen las obras se trasladarán a la otra mitad, por lo que tendrán que duplicarse algunas celdas que ahora son individuales, para acoger a dos personas. En la segunda fase se hará lo mismo, pero en el otro ala del módulo. Por razones de espacio, esto no podrá aplicarse en todos los casos y es posible que alrededor de un centenar de internos sean desplazados temporalmente a una cárcel cercana.

También se modernizarán la actual sala de estar, el edificio de tratamiento, el módulo de mujeres y sus tres naves que, en algunos casos, presentan un gran deterioro, además de actuaciones parciales en las oficinas, el edificio de ingresos, las garitas de vigilancia y el polideportivo. Uno de los trabajos de mayor alcance es el que afecta a las naves, una de las cuales, en la actualidad, carece incluso de cubierta. La que está en mejor estado será reconvertida en escuela y biblioteca; la segunda, la que únicamente mantiene su estructura, albergará un salón de actos y las salas de tratamiento -Plan Regional de Drogas-, así como el espacio destinado al culto. Al tercero de estos edificios se trasladará el almacén.

Renovar las instalaciones de El Dueso supondrá a la vez mantener la singularidad del centro, con una superficie de 334.494 metros cuadrados, una distribución arquitectónica completamente diferente a la de cualquier otro penal -más espacios comunes y vistas a la marisma y a la playa- y una gran oferta de actividades. Los presos pueden practicar deportes (tenis, baloncesto, pádel, bolos, fútbol o rugby), actividades ocupacionales (pintura, carpintería y albañilería), seguir programas formativos (contra la violencia de género, control de impulsos o antidroga), y trabajar en talleres para obtener una remuneración.

Desde su construcción a principios del siglo XX, el penal apenas ha vivido obras importantes, solo algunas mejoras puntuales. Antes de esta reforma integral, en 2005 se realizó una remodelación del actual edificio de Enfermería y del pabellón 2, y se creó un nuevo edificio de cocinas que ahora también experimentará mejoras. Eso, junto a la compartimentación de los patios, supuso una inversión de 7 millones. En 2013, los trabajos se limitaron a labores de mantenimiento y fontanería.