Inquietud en las aulas ante la nueva EBAU: «Es octubre y debería estar ya todo claro»

Si bien el Ministerio publicó en junio el decreto de la nueva PAU, y si bien desde primavera las comunidades han ido haciendo ajustes y aportaciones, un mes después de comenzar el curso 2024-25 la «incertidumbre» se instala en las aulas de Bachillerato y en los hogares de los alumnos. Cantabria no es una excepción. «Estamos un poco estupefactos y desconcertados», dice Belén Sánchez, profesora de Lengua y Literatura, y, por tanto, una de las docentes que prepara a los bachilleres en su camino hacia la educación superior. Lo hace además con una materia cuyas pruebas corresponden a la fase general de la PAU con papeletas para transformarse. ¿Pero cómo? Ante la falta de certezas, ella y muchos de sus compañeros se preguntan si las clases impartidas en este primer mes de curso van en la buena dirección. Los 30 años de experiencia que acumula Sánchez y el trabajo conjunto de su departamento en el IES Manuel Gutiérrez Aragón bastan para garantizar una buena preparación de los chavales, pero este año esto no deja de ser una intuición. «Al final, no sabemos si lo estamos enfocando bien. Nos parece un atropello y una falta de respeto muy grande hacia nosotros y hacia el alumnado. Es octubre y no sabemos nada», lamenta Sánchez. En unos días, ella y sus compañeros entregarán la programación de su asignatura. «Nos vamos a ajustar a la ley, pero no hay que olvidar que 2º de Bachillerato es un curso orientado a la EBAU en el que los alumnos se juegan mucho».

Al igual que su compañera, el profesor de Física y Química Rodrigo Alcaraz trae al frente una cuestión clave: el Bachillerato son dos cursos y ambos preparan para la EBAU y el resto de opciones que elijan los alumnos. Por eso, propone que los cambios que ahora se están discutiendo se apliquen a más largo plazo, «con más margen de maniobra», con enfoque de etapa, es decir, que se apliquen en la EBAU que realicen en dos años los estudiantes que ahora cursan 1º de Bachillerato. «Sería lo más razonable, creo que estaríamos todos de acuerdo», dice Alcaraz. Eso evitaría la incertidumbre que ya percibe en las familias. «Están nerviosas».

Constata esta percepción José Manuel Torre. El presidente de FAPA-Cantabria ha pedido una reunión a la Consejería para tratar el 'asunto PAU'. «Entendemos que están trabajando en ello, pero hay incertidumbre. Si el alumnado se empieza a poner nervioso el primer día de 2º de Bachillerato, este año todavía más». La FAPA está recogiendo esas dudas de familias y docentes, «que no quieren dar clase a tientas», apoya Sabrina Cruz, trabajadora de la Federación que agrupa a las familias de la red pública. «Es un curso muy apretado y con una programación muy extensa», añade.

«Lo que menos ayuda a los estudiantes es la inseguridad y arrancar el curso sin toda la información no ayuda; se ponen nerviosos. La información debería de estar ya en manos de los profesores, es fundamental que tengan más claras las instrucciones, ellos están al pie del cañón. Es un curso muy apretado y con un temario muy largo. Confiemos en que lo saquen todo ya», expresa Mónica Haro, presidenta de Concapa-Cantabria, confederación que reúne a las familias de la red concertada, que, además, reclama una EBAU más homogénea que garantice «la igualdad de oportunidades».

En STEC también perciben la «preocupación» docente y la de sus alumnos, «que se juegan mucho» este curso. «El profesor de Secundaria necesita saber cómo va a ser la estructura de la EBAU, algo más concreto. De momento, está a la espera. Hay incertidumbre», confirma Belén González, portavoz del sindicato, que, como UGT e IU, pide celeridad a la Administración. Por su parte, Norberto García, portavoz de la Comisión Permanente de Directores de Secundaria, subraya la voluntad de «unificación» de las pruebas y confía en la pronta distribución de los modelos de ejercicios. «Creo que en octubre deberíamos tener la información».

Los docentes también se han pronunciado a nivel colectivo. La Asociación de Profesorado de Geografía e Historia de Cantabria, recientemente reunidos en asamblea, considera «un despropósito que en el mes de octubre el alumnado de 2º de Bachillerato desconozca el contenido y la estructura de la prueba de la PAU cuando la Universidad de Cantabria sabía que debía adaptar la prueba hace ya dos cursos».

«En Inglés, la principal preocupación es más por practicar el modelo de examen que por el nivel que alcancen los alumnos, que va a ser bueno», añade Ildefonso Vázquez, profesor de la materia en el IES Marqués de Santillana, que para evitar «incertidumbre» a familias y alumnos pide que se distribuyan los modelos «cuanto antes». Solo Galicia ha puesto en circulación ejemplos de ejercicios, si bien el Gobierno cántabro anunció hace solo unos días que los modelos definitivos estarán en breve en manos de los coordinadores de cada materia, uno de Secundaria y otro de la UC.

«Confiamos en que nuestro modelo de examen basado en un comentario de texto pueda encajar en la evaluación competencial» que trae consigo la PAU, dice aquí Esther del Valle, profesora y vicepresidenta de la Sociedad Cántabra de Filosofía (Socfía). «La inquietud es por saber cuándo nos van a convocar y cómo se va a plasmar el tema competencial en las pruebas. Y, lógicamente, también por los chavales», añade Raúl Agüera, profesor de Latín y Griego y responsable de la asociación que representa a estas dos disciplinas en Cantabria.

Los alumnos «están nerviosos», confirma Sara Alonso, profesora de Física en 2º de Bachillerato, que añade: «Lo más importante para nosotros es garantizar que quienes tengan claro su deseo de estudio universitario lo puedan llevar a término. Sería tremendo que esta situación les impidiera hacerlo».