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Los institutos de Cantabria pusieron este miércoles en marcha el curso con las habituales presentaciones propias del primer día. Una toma de contacto antes ... de arrancar con las clases. Y en las aulas, muchas caras nuevas, las de todos los alumnos que afrontan un cambio de etapa y de centro tras completar Primaria. Para ellos era el primer día de una nueva vida, la que transita en el paso del colegio al instituto. Ya son mayores. O eso al menos piensan.
Un total de 23.619 estudiantes están matriculados en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), 1.218 más que el curso anterior. Otros 8.024 estudiarán Bachillerato, también más que el pasado año, en este caso 283. En total, 1.500 más entre ambos ciclos. Unas cifras que son consecuencia del 'boom' demográfico que se vivió en el primer lustro del siglo, tal y como demuestra que la escolarización en Secundaria no ha dejado de crecer desde el curso 2013/14.
Un aumento que contrasta con el descenso de los escolares en Infantil y Primaria: 1.585 menos este ejercicio. Y seis cursos ya encadenados de caídas. De alumnos y del número de clases: medio centenar menos en los colegios públicos. La crisis económica y sus largas secuelas están detrás del descenso de natalidad, de la pérdida de población y de la emigración, factores que dejan una marcada huella en las escuelas y que trasladan preocupación de cara al futuro. Porque el problema que ahora se advierte en las primeras etapas de la enseñanza con la caída de las matriculaciones, con el paso de los años, se irá trasladando a Secundaria y a las universidades.
Y por debajo, la realidad demográfica de Cantabria hace perder las esperanzas de que se pueda revertir la tendencia en un futuro cercano: en 2018 volvieron a nacer menos niños que en 2017, los jóvenes emigran en busca de trabajo, la edad media de los habitantes de la región roza ya los 45 años... Una tormenta perfecta que obligará a repensar la estructura y las dotaciones educativas.
Fuera de la comparativa quedan los alumnos de Formación Profesional (FP). Ayer 5.278 comenzaron el curso, pero esta cifra se verá ampliada notablemente, ya que permanece abierta la matrícula de varias enseñanzas presenciales, así como de las que se realizan a distancia. En los años precedentes se ha superado la barrera de los 12.000 estudiantes. Y esa es la previsión que tiene encima de la mesa la Consejería de Educación, que oferta más de 7.500 plazas de primer curso.
Fue precisamente un centro de FP, el número 1 de Peñacastillo (Santander), el elegido ayer por la consejera de Educación, Marina Lombó, para inaugurar el curso en la etapa de Secundaria. Una elección «muy significativa» por cuanto representa «la clara apuesta» de su departamento por la Formación Profesional en esta legislatura. «La intención del Gobierno de Cantabria es intensificar el prestigio de este tipo de enseñanzas y contribuir a difundir las amplias posibilidades de inserción laboral que registra», señaló durante su visita. Palabras sostenidas en los números: a los seis meses de su titulación, el 86% de los estudiantes de FP ha encontrado trabajo o realiza una formación superior. Otro dato destacado: la inserción laboral efectiva supera el 60% en todas las familias profesionales ofertadas.
Lombó subrayó que, por primera vez en la historia de la comunidad autónoma, se refleja en la nomenclatura de la propia Consejería a la FP, «toda una declaración de intenciones» sobre el papel que quiere que jueguen estas enseñanzas. Así, remarcó su importancia como «elemento de cohesión social y progreso económico para Cantabria». Ambición en la que la Administración educativa trabajará, de la mano con CEOE-Cepyme, para «adaptar la oferta formativa a las demandas del mercado de trabajo y la realidad productiva».
La consejera visitó algunas de las aulas destinadas en el CIFP de Peñacastillo a la nueva titulación implantada de Electromedicina Clínica, que responde a las demandas de un sector emergente con continuos avances tecnológicos cada vez más presentes en el campo sanitario. No es la única que se estrena en Cantabria: también la de Estilismo y Dirección de Peluquería (en el IES Zapatón de Torrelavega), la de Educación y Control Ambiental (en el IES Foramontanos de Cabezón de la Sal) y la de Técnico de Comercialización en Productos Alimentarios (en el IES Besaya de Torrelavega).
Estudios que se suman a un amplio currículo que alcanza los 269 títulos: 114 de Grado Superior, 111 de Grado Medio y 44 ciclos de FP Básica. Igualmente ha aumentado la oferta de proyectos en FP dual con 18 nuevos, contando así este curso con un total de 77.
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