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La llamada de emergencia entró la madrugada del 15 de marzo. En ella una persona advertía a la Guardia Civil de Tráfico que un camión de grandes dimensiones estaba dando bandazos por la A-8, entre Cabezón y Torrelavega. El conductor, explicaba la voz de ... alarma, incluso había llegado a chocar contra la bionda de la vía.
Una vez localizado el camión, agentes de la Agrupación de Tráfico consiguieron colocarse detrás del vehículo, observando cómo efectivamente circulaba en forma de zig-zag de derecha a izquierda, ocupando todo el ancho de la calzada y golpeando la valla metálica de protección de ambos márgenes.
Los componentes de la patrulla intentaron en varias ocasiones adelantar al camión para detenerlo, pero les resultó imposible por el devaneo de un carril a otro del conductor. Finalmente, poniendo en riesgo su integridad, los agentes consiguieron sobrepasar al tráiler y fueron redirigiéndole hacia un carril de deceleración, no sin diversas maniobras evasivas del chófer para volver a incorporarse a la autovía.
Los agentes consiguieron que el conductor parara el camión a la altura de Argomilla. Una vez con él, pudieron comprobar que tenía un comportamiento descoordinado y en aparente situación de desequilibrio, no reaccionando a sus indicaciones, por lo que fue sometido a una prueba de alcoholemia y drogas. El resultado fue positivo en consumo de cocaína.
El camión quedó inmovilizado y los agentes instruyeron diligencias en calidad de investigado al conductor, un varón de 54 años y vecino de Gijón (Asturias), como presunto autor de dos delitos contra la seguridad vial: uno de conducción temeraria y otro por realizarlo bajo la influencia de drogas.
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