Un interno de El Dueso intenta suicidarse y prende fuego a su celda

Ambos reclusos habían sido trasladados al citado módulo «para evitar un enfrentamiento con otros internos, y uno de ellos intentó ahorcarse al mismo tiempo que trató de incendiar la celda prendiendo fuego a un colchón», subraya Tampm. Los funcionarios aseguran que pusieron en peligro «su vida, la del resto de internos y también la de los funcionarios que los atendieron hasta la llegada de los servicios sanitarios y la ambulancia que los condujo hasta el hospital».

No es la primera vez que se registra un incidente de esta naturaleza en el penal cántabro. Hace casi un año, el 23 de marzo, un recluso que estaba de paso también incendió un colchón y resultó herido. Fue rescatado con vida por dos funcionarios, que le practicaron la reanimación cardiopulmonar. Los dos trabajadores también tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo y uno de ellos incluso tuvo que coger la baja laboral.

La Asociación Profesional de Trabajadores Penitenciarios quiso entonces que el suceso sirviera para mostrar «el obsoleto equipamiento del módulo 3, un departamento que carece de las mínimas medidas de seguridad, sobre todo cuando todas las semanas pasan en conducción internos de primer grado y manifiesta peligrosidad». También pidió que se habilitara una partida presupuestaria extra para mejorar las mismas instalaciones, aprovechando las obras de remodelación del centro.

«Episodios así, que se repiten con frecuencia, ponen de manifiesto la falta de criterio a la hora de plantear las obras. No resulta lógico el haber dejado al margen de cualquier mejora uno de los espacios con mayor volumen de trabajo y conflictividad», afirmaban ayer desde Tu abandono me puede matar.

El sindicato considera que la situación actual «sigue siendo la misma» que hace doce meses. «Dicho departamento asume una carga de trabajo desproporcionada y su estructura, obsoleta en cuanto a la dotación material y con un diseño más bien laberíntico, implica un plus de peligrosidad tanto para los que allí trabajan como para quienes residen en él de forma ocasional -los sancionados, los traslados y las personas en tránsito hacia otros penales-», explica Tampm.

El sindicato ha elaborado una lista con las deficiencias que, a su juicio, tiene el citado módulo 3. «Los interfonos analógicos, cuyo funcionamiento es irregular y deficiente, entorpecen la comunicación con los internos; la estructura disfuncional impide la pronta reacción de los funcionarios, y el mobiliario está degradado por el paso del tiempo». Y apostilla: «Los marcos de las ventanas son de madera, que es un material altamente inflamable, y las hojas se pueden extraer con facilidad de las bisagras».

También hace hincapié en el área donde se ubican los internos que están allí de traslado hacia otros centros -como el recluso que prendió fuego a su celda el año pasado-, los que han sido trasladados a Santoña y los que son sancionados. «La falta de amplitud y la sensación de agobio que transmiten esas dependencias no ayudan a la reintegración de estos internos con el resto», apunta Tampm.

Todo lo anterior aumenta, denuncia el sindicato, «el nerviosismo y la incertidumbre con que muchos internos encaran un posible traslado», ya que «la falta de certezas lleva a muchos de ellos a actuar de forma errática y conflictiva». Los funcionarios también critican que «la rotación de los internos es desproporcionada». El Dueso se encuentra en un punto clave para los reclusos que se están de camino hacia otros centros del noroeste de España (Asturias, Galicia o León). «Que se produzca un nuevo incidente de gravedad es más una cuestión de tiempo que una simple posibilidad», concluyen desde Tampm.