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Cuando Rosa Inés García tomó lo mandos de MARE, la empresa pública dependiente del Gobierno regional y dedicada a la gestión de residuos, se encontró con una auditoría de la Intervención General que puso patas arriba el sistema de contratación, advirtiendo un cúmulo ... de deficiencias, irregularidades y adjudicaciones a dedo. El informe -de 76 páginas- sacó a la luz «malas prácticas» en múltiples procedimientos y puso la lupa sobre la «mala gestión» generalizada por parte de quienes estuvieron al frente de MARE en los últimos años del Gobierno del PP, señalando al exconsejero Javier Fernández y a su hombre de confianza Antonino Zabala, según puso de manifiesto la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, cuando dio a conocer el documento.
García, que acaba de dimitir de su cargo por la crisis interna que se vive dentro del PSOE, se marcó entonces como objetivo dar la vuelta a todo el funcionamiento interno de la compañía para evitar que volviesen a repetirse las «deficiencias» detectadas. Y, según el último informe de control financiero realizado por los interventores, que ayer se remitió al Parlamento de Cantabria, su trabajo ha dado frutos y se ha hecho «un importante esfuerzo» por revertir la situación .
«La dirección de MARE y los órganos de gobierno han impulsado y realizado el proceso para mejorar la gestión de la contratación pública, para subsanar las deficiencias encontradas en la auditoría del 2013 y 2014, y para cumplir la totalidad de las recomendaciones», reconoce ahora la Intervención en un informe en el que pone de manifiesto -algo que no suele ser habitual- el papel de la dirección encabezada por García en todo el proceso.
La Intervención General respalda la actuación de la exdirectora general, cuyo cese fue exigido por el líder del PSOE, Pablo Zuloaga, que se alzó con el liderazgo del partido, y destaca el «importante proceso de transformación» en el que se encuentra inmersa MARE, ya que el nuevo modelo de gestión aprobado» tiene efectos a todos los ámbitos a nivel interno» y supone un «cambio sustancial» en la forma de trabajar desde el punto de «vista normalizador, legal, organizativo y formal».
Un sistema que evitará, por ejemplo, que vuelvan a adjudicarse a dedo contratos importantes, cuyo presupuesto superaba los 100.000 euros, incumpliendo los principios de publicidad y transparencia que exige la Ley de Contratos del Sector Público. Según afloró Intervención entre 2013 y 2014, MARE invitaba a distintas empresas, vía correo electrónico, a participar en el proceso de contratación, y en muchos casos ni siquiera se constituía un órgano colegiado para valorar las ofertas recibidas. Alertaron de que en determinados contratos, sobre todo en los adjudicados directamente, «no existe autorización previa» para contratar por parte del órgano competente; y la persona que lo autoriza no es la competente para ello.
Ante esta radiografía, García tomó cartas en el asunto, rediseñó el sistema de contratación asesorada por una empresa externa y creó una nueva Dirección Económica para extremar los controles. Para los auditores, este nuevo sistema ha sido «el elemento principal» para materializar la mayoría de las recomendaciones realizadas en el anterior informe. Así «valora positivamente la estructura y el contenido del mismo», ya que «requiere del compromiso a todos los niveles de organización».
Destaca Intervención que en este momento es «importante dar formación al personal, hacerle conocedor del papel que cada uno representa en el proceso de contratación, así como el alcance de sus responsabilidades, facilitar su puesta en práctica con otros mecanismos auxiliares -como pueden ser herramientas informáticas, aprobación de plantillas y formularios estándar, apoyo con personal interno especializado...- lo cual además redundará en una mejora de la eficiencia de la gestión administrativa».
Debido a la «transcendencia» de los cambios que se están llevando a cabo a nivel interno y al escaso tiempo transcurrido desde la emisión del informe de auditoría de 2016 -algo más de siete meses-, los auditores explican que este mecanismo todavía se encuentra en las primeras fases de implantación, ya que muchos de los procesos aún no han podido culminarse. Por ello, recomiendan hacer controles futuros para dar una radiografía más exacta de los avances del nuevo modelo de gestión. De momento, en todos los contratos mayores analizados atestiguan que se cumple con la nueva normativa.
Por último, resaltan la utilización del sistema de contratación mediante acuerdos marco, definido en el procedimiento que redunda en una mayor eficacia y en reducir sensiblemente el volumen de contratos menores.
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