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El teléfono del trabajo parece unido a su cuerpo casi como una extremidad más. Lo coge a la velocidad del rayo, casi sin sonar, porque ... el dispositivo de búsqueda del menor desaparecido en los acantilados de Ruiloba lo mantiene en constante alerta. Es el jefe del Servicio de Protección Civil y Emergencias del Gobierno de Cantabria, y todas las decisiones pasan por él. «Mantendremos el grueso de efectivos durante todo el fin de semana», avanzaba el pasado viernes, cuando realizó esta entrevista. «Desgraciadamente el tiempo juega en nuestra contra», lamentó Elías Bayarri (Santander, 1960), que recibió a este periódico en la sede del 112 Cantabria para hablar de este caso, de los otros más de cien rescates que se realizan al año, de los riesgos que entraña la práctica de actividades al aire libre o de la evolución de un servicio que se hace más sabio, fuerte y experimentado con cada nuevo suceso.
-Es, al fin y al cabo, el aprendizaje con el método ensayo-error.
-Con todo lo que ha sucedido este año, entre las inundaciones y los incendios, casi no va a hacer falta que desarrollemos talleres de coordinación y aprendizaje, porque la mejor práctica ha sido el trabajo del día a día.
-Se refiere al ensayo de los procedimientos y los protocolos, que serán diferentes para cada contexto.
-Hay incidentes más rápidos y otros más lentos. En los rápidos tienes que tomar decisiones con premura y en los lentos da más tiempo a pensar. Lo peor en todos los casos es que siempre al principio hay mucha información confusa y falsa, y cuando comienzas a movilizar efectivos en realidad no sabes con qué te vas a encontrar.
-Un mundo de caos.
-Lo primero que hacemos cuando llegamos a los lugares es organizar el caos. Una vez hecho eso, que es complicado, el engranaje de los protocolos comienza a funcionar a la perfección.
-¿Cómo se supera esa primera incertidumbre?
-Hay que saber distribuirse. A veces tienes que pedir cosas a ciertos efectivos que no están entrenados para eso, y que además tienen que hacer su trabajo. Porque la intervención en el primer momento es crucial. En ese sentido me parece que desde aquí tengo que dar las gracias a todos los voluntarios de Protección Civil porque su labor en este punto es clave. Hacen un gran trabajo y nos aportan mucho conocimiento de cada zona.
-¿Qué teme más, un incendio, una inundación...?
-Los incendios son difíciles pero en general no afectan a las personas, y ese es un matiz positivo. Las inundaciones afectan más a poblaciones y nosotros tenemos una escala clara de prioridades: primero son las personas, luego las infraestructuras y en tercer lugar el medio ambiente.
-El desbordamiento de los ríos trajo este invierno mucho trabajo.
-Y responsabilidad porque entró en juego el primer eslabón del orden de prioridades, las personas.
-Muchas se negaron a abandonar sus hogares anegados de agua.
-Es la incertidumbre, el miedo, el apego a la propiedad. Piensan que no pueden abandonar su casa así. Imaginan que si se va todo el pueblo, alguien puede entrar a robar. La orden de confinamiento, es decir, de dejar a la gente encerrada en casa, es relativamente sencilla, pero la evacuación se complica por norma general.
–Desde que llegara la llamada a principios de semana se coordinó todo para poner en marcha el dispositivo lo antes posible. Se instaló lo que se llama un puesto de mando avanzado, junto al lugar del suceso, en los acantilados de Ruiloba y desde la misma noche de la desaparición hubo una escalada de medios abundante. Tenemos que agradecer la solidaridad de todos los efectivos que nos han ayudado, incluido el Ayuntamiento. A partir de este lunes comenzará la reducción de personal en el lugar y el puesto de mando se trasladará a la sede del 112 para dejar de estar instalado junto a los acantilados.
–Pero la búsqueda continuará...
–Lo hará a lo largo de esta semana próxima y después volveremos a bajar la intensidad.
–En estos casos es complicado tomar esta decisión de retirar efectivos, imagino.
–Lo peor que sucede es que el tiempo siempre juega en nuestra contra. La suerte es que no estamos en invierno y el chico es joven, con eso hay que contar;pero el tiempo siempre juega en nuestra contra.
–Es uno de los dispositivos más fuertes movilizados en los últimos años en Cantabria.
–La primera noche comenzamos el despliegue, con búsqueda incluso nocturna, y durante las primeras horas la solidaridad fue enorme. Luego hemos buscado en la zona en que presumiblemente cayó al mar y después hemos ido ampliando el radio. Han participado profesionales nuestros, de la Cruz Roja, de la Guardia Civil, de la Dirección General de Pesca, voluntarios de nuestro servicio...
–Incluso se instalaron el primer día en un restaurante.
–A eso me refiero cuando hablo de solidaridad. Estuvimos en el restaurante 'El Remedio'. De no ser por la ayuda de todos, hubiera sido imposible trabajar y hacer lo que hemos hecho.
-Los incidentes fueron muy importantes y sin embargo no hubo que lamentar daños humanos. Hicieron un buen trabajo.
-El pasado año se aprobó el Plan Territorial de Protección Civil de Cantabria que incluye la creación del cargo de director técnico operativo de Emergencias, que no existía; y pone en marcha también una fase que denominamos de preemergencia o alerta.
-O sea, prevenir antes que curar.
-Nos pone en marcha para hacer seguimiento de los sucesos y mantenernos preparados. Parte del éxito que ha habido en las intervenciones con las inundaciones de este año tuvo que ver con que estábamos en fase de preemergencia días antes.
-Se juntaron las lluvias intensas y el deshielo, y quizá los ríos no estaban en las mejores condiciones...
-La noche en que empezaron las precipitaciones comenzamos con las movilizaciones y las decisiones, por tanto, se tomaron antes de lo previsto.
-Con las inundaciones no hay remedio, pero con los rescates en montaña, en mar o con los incendios, la prevención puede hacer mucho...
-Nosotros debemos hacer prevención y aliarnos con los medios de comunicación que pueden ser nuestro altavoz. Una de las cosas que tenemos que hacer es lograr que no se banalice la información referente a las alertas, porque existe un error que se repite siempre.
-Dígame...
-Una cosa es el aviso que da la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) sobre altas temperaturas, fenómenos costeros o lo que sea, y otra diferente es la alerta que activamos nosotros desde aquí. El aviso advierte de algo, pero la alerta ya es un paso más. Se refiere a que nosotros decimos que conviene evitar ciertos espacios o actividades por lo que sea. Yo soy partidario de difundir sólo las alertas importantes, para que la gente no las oiga sin prestar atención, sino que las escuche y las obedezca.
-¿Hay mucha imprudencia?
-No creo que sea sólo culpa de la gente. El problema es que a veces nos venden ciertas actividades como algo muy amable y hay situaciones que requieren mucha prevención. La montaña cántabra, sobre todo en Picos de Europa, es un lugar agreste y despoblado al que hay que subir muy preparado. Tenemos muchos problemas también con las vías ferratas. Hacemos muchos rescates en esos lugares.
-Imprudencias.
-En este caso sí, pero porque nos venden estos lugares como sitios donde se puede ir con la niña, la abuela y la tortilla, y no es así. De verdad, tenemos que ser más conscientes de dónde nos metemos porque luego vienen los problemas.
-¿La montaña es más peligrosa que el mar?
-Los rescates estaban equilibrados hace cinco años. Realizábamos los mismos en un lugar y otro. Este último año hemos tenido que sacar a 50 personas de la costa y a unas 70 en la montaña.
-Cantabria, con su orografía, es territorio perfecto para que se produzcan accidentes.
-Es un destino turístico de primer orden, pero conviene informarse antes de lanzarse a la aventura, de eso no cabe duda. Tenemos mucha naturaleza, un enclave privilegiado, pero eso puede tener sus inconvenientes si no tenemos cuidado.
-¿Los medios del 112 son suficientes?
-Lo idóneo sería contar con soluciones para todo tipo de emergencias, pero, claro, habría que explicar a los cántabros que el grueso de sus impuestos iba a ir destinado a esto. Por eso lo que hacemos es estudiar los datos, estar preparados siempre para una cifra de sucesos por encima de la media y mantener una coordinación adecuada con otras instituciones y recursos que están a nuestro alrededor.
-Como la UME.
-Por ejemplo, que vinieron a ayudar con las inundaciones. Y también estamos en contacto con el mecanismo europeo de protección civil. Eso también es importante.
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