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El modelo turístico de Cantabria está dando alarmantes señales de cambio. Además de la masificación que ha empezado a sufrir en los últimos años y de su impacto en el sector inmobiliario –con el Gobierno intentado contener vía decreto la explosión de los pisos turísticos–, ... la región también se ha puesto en el punto de mira de grupos inversores que buscan una vía de escape a la saturación del mercado en el Levante o en las islas. Y la costa de Ribamontán al Mar, entre Loredo y Langre, donde se ubican las parcelas de la antigua Emilio Bolado, es una de las joyas paisajísticas susceptibles de transformarse en algo muy distinto a lo que es ahora. Al menos la parte que escapa al Plan de Ordenación del Litoral (POL), la ley que dibuja una zona de exclusión inmobiliaria en la costa.
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Según ha podido saber El Diario Montañés, una sociedad de inversión de Baleares, AB Capital, está muy interesada en hacerse con esos terrenos –actualmente en venta por subasta para terminar de liquidar Emilio Bolado– y levantar allí un gran complejo turístico vinculado al campo de golf que desde hace años se proyecta, sin éxito, en esa misma zona. Como se puede leer en su página web, se trata de una compañía con sede en Palma de Mallorca y con experiencia en «hoteles en gestión y venta de los activos, suelos a desarrollar, edificios singulares, proyectos en explotación, grandes superficies, locales prime, clubs deportivos, residencias...».
AB Capital
Promotor cántabro
AB Capital ya ha desembarcado en Cantabria con una delegación en Torrelavega, en el Paseo Julio Hauzeur, en el antiguo palacete indiano de Rotella, en un espacio de coworking para emprendedores y oficinas llamado 'La Casa Nº 10'.
Su primer paso aquí ha sido reunirse con los promotores y constructores más importantes de la región. Fue hace mes y medio cuando AB Capital reservó varios salones del Hotel Bahía para presentar por separado y de manera individualizada a cada empresa su proyecto para levantar un macrocomplejo turístico en Ribamontán al Mar. El eslogan que utilizaron los representantes de la sociedad en aquellos encuentros fue: «Queremos convertir a Cantabria en la Ibiza del Norte». Una frase que se ha quedado grabada en la memoria de los promotores que asistieron.
Las claves
Urbanización Más de la mitad del suelo está protegida por el POL, pero en la otra mitad pueden levantarse 350 viviendas
Condición El Plan General de Ribamontán vincula obligatoriamente la edificación al desarrollo del campo de golf
Desembarco La sociedad balear ha abierto delegación en Torrelavega, en el palacete indiano de Rotella
Durante el encuentro desvelaron que ya cuentan con un grupo de inversores detrás para sacar adelante el proyecto e invitaron a los empresarios cántabros a unirse a ellos. Para ello, primero deberán ganar la subasta que tiene un precio de salida de 750.000 euros y que finaliza el próximo 16 de abril. A partir de ahí esperaría un largo proceso en los despachos, con planes parciales, informes sectoriales, exámenes de la Crotu... Como mínimo tres años, según los cálculos de los constructores.
En una conversación con este periódico posterior a ese encuentro con promotores, los responsables de AB Capital reconocieron su interés en esa zona entre Loredo y Langre debido al 'efecto llamada' que Cantabria ha generado en el sector turístico, y ante la «saturación» del mercado en Baleares.
5 millones
e euros es el valor aproximado de todos los terrenos subastados en la zona
350 viviendas
como máximo permite desarrollar el Plan General en estas parcelas.
750.000 euros
es el precio de salida de la finca donde se construiría el campo de golf de 18 hoyos.
Sin embargo, los promotores consultados no se mostraron especialmente emocionados con el proyecto. «Nos cuesta creerlo. Quieren usar materiales autóctonos, piedra y madera, que para Mallorca está bien, pero no aquí. No le vemos mucho sentido», explica uno de ellos. Otro de los asistentes cree que allí «no se podrá edificar nunca» por las características del terreno y las protecciones que existen en la zona. De hecho, el abogado Calixto Alonso −uno de los tres profesionales designados por el Juzgado de lo Mercantil de Santander para la gestión del concurso de acreedores de Emilio Bolado– reconoció hace tres años que «la calificación del terreno es complicada».
Según consta en las fichas de las parcelas subastadas por Emilio Bolado, que suman 745.200 metros cuadrados, este suelo se encuentra afectado por el Plan de Ordenación del Litoral (POL): una superficie aproximada de 260.000 metros cuadrados está regulada como Actuación Integral Estratégica Ambiental; otra parte, con una extensión de 130.000 metros cuadrados, se encuentra regulada como Protección del Litoral (PL); y otra, de 145.200 metros cuadrados, como Ordenación Ecológica Forestal (OEF).
Es decir, el aprovechamiento urbanístico se limitaría a menos de la mitad del total, unos 355.200 metros cuadrados, etiquetados como Modelo Tradicional y de Ordenación Ecológico Forestal.
Estos terrenos pueden destinarse a uso hotelero, mediante un Plan Parcial, con un máximo de 350 viviendas para conectar el área urbana de Loredo con la urbanización 'El Bosque' y crear un campo de golf de 18 hoyos. Aunque hay un detalle importante. A comienzos de 2021, tras más de una década de vaivenes, el Ayuntamiento de Ribamontán logró aprobar su Plan General. Un documento que entre sus puntos más llamativos contemplaba la construcción de esa instalación deportiva. Y vinculaba los permisos para construir viviendas en la zona al desarrollo obligatorio de ese campo del golf, que nadie ha conseguido sacar adelante hasta ahora pese a levantar mucho interés.
De hecho, AB Capital no es la primera sociedad inversora que se interesa por estos terrenos. Pocos meses después de esa nueva ordenación urbanística del municipio, hace tres años, una empresa madrileña dijo que levantaría allí el mayor complejo de golf del norte de país. El plan que la empresa interesada −Sunny Resorts− tenía sobre la mesa, con una inversión de 35 millones de euros, también incluía la creación de un hotel y un 'resort' turístico con parque acuático.
El empresario de la construcción Emilio Bolado, también conocido porque llegó a presidir el Racing de Santander de 1987 a 1993, dirigió lo que en su momento era considerado como uno de los grupos más activos en la obra y servicios públicos de Cantabria. En sus mejores tiempos llegó a dar empleo a 400 trabajadores y a alcanzar una facturación anual de 40 millones de euros. Pero la gestión de las compañías tras la muerte de su fundador, en 2008 coincidiendo con la crisis del ladrillo, llevaron al emporio a un panorama de concursos de acreedores en sus cuatro empresas principales y cuatro ERE, que terminando llevándolo a la quiebra en el año 2012.
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