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Lunes, 30 de septiembre 2019, 09:34
El jefe del servicio de Hematología del Hospital de Valdecilla, Enrique Ocio, expone los retos de esta rama médica y los últimos avances de investigación que colocan al centro médico a la vanguardia en materia de innovación.
–¿Qué balance hace de su primer año ... en Santander?
–Vine aquí con mucha ilusión y realmente ha sido un año muy bueno, tanto por la ciudad, como por el hospital y por el servicio. Valdecilla tiene ganas de hacer cosas nuevas, afán de innovación e interés en traer las cosas más punteras a la región.
–¿Y al frente del servicio?
–Tanto desde el punto de vista humano como el profesional, ha sido un año genial. La parte clínica del servicio se hace excelentemente y ha sido tradicionalmente una de los mejores de España, además de ser el segundo hospital que realizó un trasplante de médula ósea. Precisamente, la gente del equipo maneja muy bien las diferentes enfermedades hematológicas y hace muy bien el trasplante de médula, de forma personalizada y siguiendo protocolos que se adaptan al paciente modificando las diferente condiciones. Otro aspecto importante es que todas las enfermedades hematológicas que afectan a niños, están a cargo de los hematólogos del servicio. Esto es algo diferencial respecto a otros centros de España donde la hematología pedriática la llevan los propios pediatras.
–Usted era experto en mieloma y ha asumido una jefatura global de hematología. ¿Es complicado?
–Tienes que reinventarte un poco. Antes estaba muy focalizadon en la realización de ensayos clínicos en Salamanca. Por el momento, en el servicio hemos hecho muchas cosas pero, a partir del año que viene, hay otros retos que afrontar como la descentralización de la terapia anticoagulante, mejorar la transfusión y todos los aspectos relacionados con la analítica hematológica o el tratamiento puntero de enfermedades onco-hematológicas. Un objetivo propio que yo tengo es la generación de un laboratorio básico de desarrollo de nuevos fármacos en el Idival.
–¿Qué retos tiene a día de hoy la hematología?
–La hematología es una especialidad muy amplia. Tenemos toda la parte de clínica de los cánceres hematológicos, como linfomas o mielomas, junto con el transplante de médula ósea, pero también tiene la parte de coagulación y la parte de banco de sangre. El reto más importante es el tratamiento de los cáncer hematológicos pero hay que mejorar también la transfusión y los laboratorios. No obstante, hay en marcha varias campañas de concienciación para dar a conocer enfermedades hematológicas menos comunes pero igualmente importantes.
–¿Y concretamente en el campo del cáncer?
–Centrándonos en el cáncer, hay dos retos importantes en el tratamiento. Uno de ellos son las terapias dirigidas y la incorporación de nuevos fármacos a los tratamientos convencionales. Son tratamientos caros y hay que tener en cuenta las indicaciones y qué es lo mejor para los pacientes dentro de las indicaciones aprobadas. El otro gran campo es la inmunoterapia. Es la nueva era. Son fármacos que actúan sobre el sistema inmunológico. En este caso, tenemos tratamientos como la terapia celular o las células CAR-T. Incorporar todo esto sería el gran avance que todos seguimos. A día de hoy, en Valdecilla tenemos todo esto muy bien integrado y estamos participando cada vez más en ensayos clínicos con compañías farmaceúticas.
–¿Qué busca Valdecilla con su participación en ensayos clínicos?
–Por mi formación, los ensayos son algo básico en la práctica clínica y creo que deben serlo en hospitales de primera categoría como este. Los ensayos tienen varios beneficios. Uno es el prestigio que aportan al hospital en materia de conocimiento e innovación y otro es que los ensayos clínicos pueden ofrecer lo mejor a los pacientes. Muchas veces hay medicamentos que no están disponibles en la práctica clínica porque no están aprobados o porque no están reembolsados y, gracias a los ensayos clínicos, a muchos pacientes se les puede ofrecer alguna opción. También se emplean en pacientes de nuevo diagnóstico o primera línea para ofrecer lo mejor y lo último que está saliendo en medicina. Por otra parte, los ensayos clínicos suponen un importante ahorro de económico de miles de euros ya que se disponen de forma gratuita.
–Valdecilla fue el primer centro de Europa que aplicó a un paciente con mieloma una terapia experimental. ¿Qué se sacó en claro de esta tratamiento?
–Este tratamiento está dentro del concepto de la inmunoterapia. Dentro de la inmunoterapia hemos hablado antes de los CAR-T pero existen otros tratamientos, como los anticuerpos biespecíficos, que buscan activar el sistema inmunológico frente al tumor. Cuando un tumor crece, es que ha vencido al sistema inmune, por lo que se busca reactivar el sistema inmunológico para que vuelva a enfrentarse a ese tumor. Para conseguir eso, podemos introducir linfocitos a través de las células CAR-T. Son linfocitos que los sacamos del paciente y los reeducamos. Otra opción es utilizar otros anticuerpos que se dirigen a hacia el tumor y activan el sistema inmunológico. Esto es algo que está totalmente en la vanguardia en diferentes tumores y también en el mieloma múltiple.
–¿Y están aprobados?
–Todavía no hay ninguno aprobado pero éste último es uno de los que parece más prometedores y nosotros hemos participado en él. Tuvimos la suerte de ser el primer centro de Europa en poner ese tratamiento. Al final lo bueno es que muchos pacientes se están beneficiando de esta terapia, desde varios hospitales de la comunidad hasta personas de otras comunidades vecinas. En este tema, habría que intentar solucionar las reticencias entre comunidades autónomas a la hora de enviar pacientes a otras para recibir ensayos clínicos porque creo que es algo poco ético. Hay que eliminar todas las trabas administrativas y favorecer lo que es mejor para los pacientes.
Nacido en Burgos el 10 de mayo de 1975, Enrique Ocio ha desarrollado la gran mayoría de su carrera médica en Castilla y León, concretamente en la ciudad de Salamanca. No obstante, su vocación le llevó hasta la capital vallisoletana para comenzar sus estudios de medicina.Tres años después, comenzó su etapa salmantina donde terminó la carrera universitaria.
Posteriormente permaneció en Salamanca para hacer la residencia médica y, después, trabajó un año como en el hospital Dana-Farber de Boston investigando en el desarrollo de fármacos nuevos. Finalmente, volvió a la capital salmantina donde permaneció hasta el año 2018, principalmente dedicado al mieloma múltiple, hasta que en 2019 llegó al Hospital Valdecilla de Santander.
–¿En qué consiste la terapia con células CAR-T?
–Las células CAR-T consisten en sacar linfocitos de los pacientes, reeducarlos insertando en ellos un receptor CAR-T y volverlos a insertar para que luchen contra el tumor. Las respuestas que se han visto hasta ahora son espectaculares. Un 80-90% de los pacientes puede llegar a responder. Hasta hace poco, solo se podían utilizar en el contexto de ensayos clínicos pero, desde hace unos meses, se han aprobado en linfoma y leucemia linfoblástica. No obstante, esta aprobación conlleva el problema de qué centros van a poder administrar este tratamiento porque es un procedimiento complejo e implica sacar las células, enviarlas y, después, saber manejar su toxicidad.
–En febrero, Valdecilla se postuló para practicar esta terapia –la más avanzada contra el cáncer hematológico– usando células CAR-T. ¿Qué puede contar de esta iniciativa?
–En febrero se lanzó una propuesta para ver que centros podían poner CAR-T en España. Cada comunidad propuso un centro y Cantabria propuso al Hospital de Valdecilla. En aquel momento, se seleccionaron ocho hospitales de diferentes lugares del país y Valdecilla quedó en el noveno puesto con una importante peculiaridad: no se había seleccionado ningún centro en el norte de España. Esto ha obligado a que nosotros mandemos nuestros pacientes a Madrid o Salamanca.
–¿Habéis tenido apoyo institucional en esta iniciativa?
–El apoyo institucional ha sido total a la propuesta. Hemos ido siempre de la mano de la Consejería y del Servicio Cántabro de Salud y eso ha hecho que ahora estemos mejor posicionados que en aquel momento. Hemos aprendido muchas cosas y hemos conseguido el certificado Jacie de acreditación de calidad. Estamos esperando que haya una nueva propuesta de centros y la idea es ver si abren más unidades de esta terapia. Nosotros confiamos en que, si hay nuevos centros, seamos seleccionados para poner CAR-T por la calidad, la profesionalidad y la situación geoestratégica del servicio.
–¿En qué ha crecido el servicio desde el último proceso de selección al proyecto de CAR-T?
–Primero, hemos conseguido la reacreditación Jacie de calidad –que no hay muchos centros en España que la tengan– y segundo, nos hemos ido preparando para estas células. El año pasado dos miembros del equipo estuvieron en el Memorial Sloan Kettering de Nueva York formándose en CAR-T. Esa formación que han traído la estamos ya aplicando haciendo protocolos. Además, hemos creado un comité clínico patológico para discutir casos y un comité multidisciplinar en el que se están viendo como manejar las toxicidades. Tenemos la estructura de CAR-T rodada. Lógicamente faltan de hacer todos los pasos técnicos pero estoy más confiado. Hace unos meses me hubiese dado un poco de vértigo tener esta unidad, ahora estoy con toda confianza.
Cantabria goza de gran excelencia en el ámbito de la hematología por varios factores o, en palabras de Ocio, «por una mezcla de todo». En primer lugar, por la historia y la buena trayectoria del servicio que, «desde el principio, surgió para hacer cosas diferentes». Otra seña de identidad de la hematología de Valdecilla es que «es un servicio formado por gente muy joven y muy bien preparada». Finalmente, otro punto a favor es el ambiente del hospital en sí mismo. Y es que Valdecilla es un centro que «tira para arriba de los servicios y los impulsa a crecer». «Además, el hecho de tener el Idival hace que la investigación esté plenamente integrada en el día a día del hospital», apuntó el doctor. En este sentido, Ocio indicó que el servicio cuenta con su propio grupo de investigación y «todo eso no solo permite mejorar la asistencia médica, sino también generar conocimiento».
En el plano puramente hospitalario, el doctor destacó el papel de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria. «Nosotros utilizamos mucho esta unidad para nuestros pacientes que, en numerosas ocasiones, son críticos». Gracias a este servicio, este tipo de enfermos ahora pasan el tiempo de hospitalización en casa en lugar del centro hospitalario. «Tener este servicio es excelente y algo diferencial que no se ve en otros hospitales», añadió. Por último, hizo hincapié en la labor formativa del Hospital Virtual de Valdecilla, una iniciativa «poco conocida en la comunidad pero con más reconocimiento en el extranjero por la relación con Harvard».
Además, la consejería, desde hace un par de años, ha apostado por la creación de una Unidad de Terapia Celular en Cantabria, dirigida por Hematología y el Banco de Sangre y Tejidos de Cantabria. «Ahora estamos haciendo un estudio preclínico en el que estamos intentando buscar linfocitos de un donante para que ataquen directamente al tumor». El objetivo es que el hospital se convierta en uno de los centros clave en España en la utilización de este tipo de inmunoterapia.
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