El IVA ya se nota en la cesta de la compra cántabra

«¿Un céntimo?», preguntaba sorprendido Amando Santiago, uno de los clientes que salía de realizar su compra habitual de pan y algún detalle más. «Es normal que se produzca una subida de precios, pero también que lo hagan con una correlación de los sueldos. No tiene sentido que subas un 2% los sueldos y ascienda la cesta de la compra un 1,5%, no es sostenible en el tiempo y más de donde venimos», comentaba. Ante la pregunta de si había notado el incremento, se puso a comprobar el recibo de la compra y mostró su asombro. «Es verdad que el pan ha subido un céntimo, normalmente realizo esta compra todos los días y es mi mujer la que se encarga de ir a un establecimiento más grande y adquirir todo lo que necesitamos para la semana. Así que va a ser ella la que note este crecimiento en la cesta de la compra, aunque la subida céntimo a céntimo hace que se acumule y se va a notar a final de mes», relataba.

El Diario Montañés ha visitado durante dos días -el lunes y ayer- dos cadenas distintas de supermercados para comprobar las diferencias entre precios que se han registrado con la subida del IVA. En el supermercado 1 no ha habido ninguna variación entre los dos días, ya sea porque la subida se realizó un día antes o porque no les dio tiempo a cambiar las etiquetas, pero los precios se mantenían igual. Un caso muy distinto pasaba en el supermercado 2, donde todos los productos que estaban implicados en la subida tuvieron un incremento en sus precios, excepto el queso, que al venir envasado y etiquetado con su importe desde el origen permanecía igual.

El incremento del precio en estos productos se ha materializado en el aumento de unos pocos céntimos. Un litro de leche de marca blanca, ya sea entera, semidesnatada o desnatada, ha subido dos céntimos. En el caso de los huevos, también ha aumentado su coste dos céntimos. El encarecimiento de los importes se ha notado igualmente en las frutas, verduras y hortalizas. Un kilo de manzanas o naranjas ha subido 4 y 5 céntimos, respectivamente. Un kilo de legumbres, como las lentejas, ha pasado de tener un coste el lunes de 1,95 a 1,99 euros ayer. Productos de menor importe como las harinas de un kilogramo han vivido un incremento mínimo, pero visible, de un céntimo.

«Céntimo a céntimo todo cuenta», sentenciaba Eva Muñoz. «Vengo hasta con miedo a hacer la compra y ver lo que ha subido todo lo que tenía esta protección del IVA. No sé hasta cuando van a poder soportar nuestros bolsillos esta subida de los precios, pero se hace insostenible». Ante esta situación se buscan todo tipo de remedios para economizar la cesta de la compra. «Para reducir el gasto de aceite, que está carísimo, pues me apaño con la airfryer para hacer muchas comidas y usar aceite de oliva en spray que dura mucho y es bastante más barato que una botella».

Algunos clientes que atravesaban la puerta de salida del supermercado mostraban su descontento ante la subida de los precios. «El café ha pasado de valer 1,85 a 2,10 euros. Eso solamente con el café, ya no me he querido fijar en más cosas. Suelo realizar la compra entre diferentes cadenas y de aquí me llevo el café porque me gusta, pero es que en un solo día ha vivido ese incremento», argumentaba José Enrique Torre. «El aceite lo compro en otro establecimiento. De alguna forma habrá que pagar lo de Cataluña», añadía.

El propio Banco de España advirtió de que, al ser un impuesto que repercute por igual sobre todos los consumidores -sea cual sea su poder adquisitivo-, al final el beneficio recae sobre todo en las rentas altas, que son las que más consumen. Los datos del INE corroboran la teoría. El ejemplo del aceite remarca que uno de cada diez hogares con mayores recursos elevaron de 119 a 217 su gasto en este producto entre 2021 y 2023, mientras que en los más vulnerables aumentó 20 euros y disminuyó su consumo.

Purificación López verbalizaba el «descontento» ante los precios. «No lo noté en su momento, ahora imagínate. Está claro que los perjudicados somos nosotros, lo que no tengo muy claro es quiénes salen beneficiados con este tipo de decisiones», apuntillaba.

El aumento de la inversión económica dedicada por las familias a la cesta de la compra también es uno de los principales motivos que subrayaron ayer los clientes. «He tenido que dedicarle más dinero a la compra, porque lo que solía llevarme a casa antes no es lo mismo que me llevaría ahora con el mismo presupuesto», contaba visiblemente enfadada Carolina Castañeda. «Los lácteos, las verduras, las frutas... Parece mentira, pero aunque sea una mínima subida del IVA, a la hora de hacer la compra se nota muchísimo. Antes con 50 euros podías comprar varias cosas, ahora me llevo bastante menos. Yo he tenido que invertir hasta 100 euros más para poder realizar una compra similar a la de hace unos pocos años».

Aunque esta no es la única subida prevista de los precios en la cesta de la compra. El 1 de enero de 2025, los alimentos básicos regresarán al 4% de IVA previo a las medidas excepcionales, mientras que las pastas y los aceites de semillas retornarán al 10%. La única excepción, con respecto a esta medida, será que el aceite de oliva pasará a formar parte de los alimentos básicos y tributará en el tipo superreducido del 4%.

exto]