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La fotografía que acompaña a esta página es histórica. La protagonizan las mujeres que lideran los servicios de sus respectivas especialidades médicas en el Hospital ... Valdecilla. Hasta hace diez años (o incluso, sin ir tan allá, porque la mayoría tienen reciente su nombramiento) reunir a un grupo de jefas era imposible. No las había. «¿Cuántas seremos?», comentan entre ellas mientras se preparan para el posado. No se habían parado a pensarlo. «La verdad es que creí que seríamos más», confiesa Lourdes López de Munaín, al mando de Rehabilitación. Oficialmente, la primera jefa de servicio se nombró en 2010, aunque alguna ocupara el puesto antes de forma transitoria –caso de Henar Rebollo, de Medicina Preventiva; o de María Ángeles Alonso, en su día coordinadora de Traumatología–.
En la imagen aparecen Marta Valero (Jefa de servicio de Farmacia), Henar Rebollo (Jefa de servicio de Medicina Preventiva), Carmen Fariñas (Jefa de sección de Enfermedades Infecciosas), Coral Montalbán (Jefa de sección de Endocrinología y Nutrición), María Ángeles Cos (Jefa de servicio de Farmacología Clínica), María Fe García Reija (Jefa de servicio de Cirugía Maxilofacial), Lourdes López de Munaín (Jefa de servicio de Rehabilitación), Begoña Busta (Jefa de servicio de Traumatología y Ortopedia), Yolanda Jubete (Jefa de servicio de Ginecología) y Mª Concepción Fariñas (Jefa de Unidad de Calidad).
«Ha costado, pero el cambio se empieza a notar», coinciden. El hospital ha experimentado en los últimos años un gran relevo generacional, que en algunos casos también lo ha sido «de género». En Ginecología, por ejemplo, «uno de los servicios más antiguos del hospital», siempre ha habido una mayoría de mujeres –hoy representan el 80%–, sin embargo todos los jefes de sección y de servicio habían sido hombres hasta la designación de Yolanda Jubete, hace dos años. «Ha sido una evolución natural, sin grandes rupturas, que ha tardado en llegar muchísimo», dice ella. «Donde más se ha notado ha sido en el quirófano», subraya Begoña Busta, jefa de servicio de Traumatología y Ortopedia. Cuando se decantó por esta especialidad en su casa le dijeron que 'si estaba loca'. Fue la tercera mujer en incorporase a una plantilla masculina. Sin embargo, el hospital puede presumir de ser «pionero» en la incorporación de traumatólogas (en la actualidad ganan ellas). También Cirugía Maxilofacial ha estrenado hace poco jefatura femenina, a cargo de María Fe García Reija, que recuerda que la primera mujer del servicio fue también la primera cirujana maxilofacial de España: Covadonga Ruiz Temiño.
«Pero seguimos siendo una minoría», comprueban mientras hacen recuento de las ausencias a esta convocatoria, como la de Elo Canga, actual coordinadora de Admisión, que además fue directora médica del hospital a finales de los noventa –le tocó gestionar su episodio más trágico: el derrumbe de la fachada–. De los 47 servicios y unidades, sólo trece están dirigidos por mujeres (algunas siendo jefas de sección, el escalón previo al primer cargo). «Se tendrá que ir viendo con el tiempo que crecen las mujeres en jefaturas, es cuestión de valía no de sexo. Pero hay que tener en cuenta que la incorporación de la mujer a los estudios universitarios fue posterior», apunta María Ángeles Cos, jefa de Farmacología Clínica, que pertenece «a una época en la que en nuestras aulas predominaban los varones, al contrario que ahora», que las chicas representan más del 70% en las facultades de Medicina. «Somos el reflejo de la evolución de la profesión».
Se sienten «privilegiadas, con respecto a otros sectores, porque cobramos igual que ellos», y celebran que «hoy las situaciones incómodas por ser jefa mujer ya son anecdóticas». Entre los pacientes destacan que «ha habido un cambio cultural progresivo» que ha permitido desterrar el término 'señorita' con el que se referían antiguamente a las mujeres médico, mientras a los varones les ponían el doctor antes del apellido.
De las que acuden a esta cita, la más veterana es Carmen Fariñas, responsable de la Unidad de Enfermedades Infecciosas desde 1989. Primera mujer del equipo de Medicina Interna y única catedrática del Departamento de Medicina y Psiquiatría, considera que «hemos mejorado con respecto a los inicios, cuando la mujer era una gota en un vaso de agua, pero la evolución ha ido más despacio de lo que creemos que debería de haber sido».Sin embargo, se muestra optimista: «En el futuro habrá paridad». Por estadística, podrían ser mayoría. Y ahí es otra Fariñas (María Concepción), su hermana, la que aporta otra explicación: «Es ahora cuando a nuestra generación le ha llegado el momento de acceder a las jefaturas.Además de ser titular de una plaza fija (vía oposiciones), se requiere aportar un bagaje profesional, experiencia, y eso se consigue con la edad. Era cuestión de tiempo».
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Ana del Castillo
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