'Jesús el de Novales' ya está en Madrid haciendo cola para el sorteo de Navidad

Pero hasta que ese día llegue, el de Novales tiene una larga rutina. Se tira seis horas en la cola -de cinco de la madrugada a once de la mañana, más o menos-, le hacen el relevo (la segunda de la fila, Manolita o su hija), se va a dar un paseo por Madrid, come, vuelve a la cola un ratito para aliviar a otros compañeros, se va al hotel a descansar y vuelta a empezar. Es duro, sobre todo cuando arrecia el frío, pero su veteranía, ya son 16 años los que lleva acudiendo al sorteo, le hace fuerte: «Llevo ropa térmica, manta, cojín, mochila con mi nombre...».

Está acostumbrado. No es la primera vez que, como el fan que aspira a ver a su ídolo en primera fila, acampa en la Plaza de Isabel II de Madrid para encabezar la cola. El año pasado entró al patio de butacas disfrazado de Papa. Este año, también, pero mejor tuneado. En un viaje a Roma compró una «túnica de color blanco roto». Así que Pelon el de Novales será lo más parecido al Papa Francisco oficiando misa desde la plaza San Pedro. Y su hijo Sergio, como no podía ser de otra manera, acudirá disfrazado de monaguillo. Son unos cachondos. Juerga y sentido del humor no les falta. Pero lo que realmente tienen es pasión. Y liturgia. Tanta que Jesús acude más habitualmente a misa estos días. No vaya a ser. Por pedir un pellizco del sorteo que no sea. Hasta ha puesto una foto de la virgen en su perfil de WhatsApp.

Lo que tiene este novaliego de 53 años, además de amigos en todas partes, es un corazón enorme que, a veces, le pone en aprietos. «Y si toca, ¿en qué gastará el dinero?» Silencio. «Jesús, ¿sigue ahí?». Más silencio. Está emocionado, no puede hablar. El apodo de 'El Llorón' cobra sentido. Continúa el silencio. «¿Hola?». «Perdona, es que estas cosas me emocionan mucho. Si me toca la lotería ayudaré a un vecino de La Busta (Alfoz de Lloredo) que se llama Álvaro para que «le puedan operar para quie recupere el cien por cien del habla», explica Jesús, que colabora cada año con los Limones Solidarios de Novales. «También me gustaría ayudar a comprar una silla de ruedas a una niña...», responde reflexionando: «Estas cosas me matan, me hunden. Al final lo paso mal, me afecta mucho, debería apartarme. Te enteras de cosas… gente que no tiene dinero. Me pongo de los nervios».

Jesús tiene custodiados en su hotel 27 décimos de la lotería, aunque no descarta coger algunos más estos días por Madrid. De esa casi treintena de billetes destacan dos que compra desde hace 26 años. El primer y el último número del sorteo. Es decir, el 00000 -«el de la realeza», dice- y el 99999.

Chuchi tiene un grupo de WhastApp llamado 'Los mejores de la lotería' que es digno de ver. Ahí dentro está 'Mocito feliz', 'Manoli', 'El obispo', 'El gallego', 'El churrero'... «Gente que se desvive por el sorteo de la Navidad», señala el cántabro. Entre todos ellos hay un compadreo envidiable. Pero la butaca número uno es, otra vez, de 'Pelon, el de Novales', el que llora y al que todos quieren.