Fue párroco en Mataporquera, Solares, Anaz y San Vitores y capellán de los colegios de Ceceñas yTorreanaz. José Vicente Pérez (Renedo de Piélagos, 1944) hasta ahora era arcipreste de la Catedral. Sustituye en el cargo de deán de la Catedral al veterano Francisco Sánchez.
–De gratitud a Dios, de quien todo viene, porque todo depende de él; alos señores capitulares por elegirme y al obispo por confirmar el nombramiento. Y a los fieles, mi gratitud por todo lo que me han dado en las parroquias en que he estado y a todos con los que he tratado, a todos desde los niños a los jóvenes y a los adultos, gratitud a todos porque allí donde he estado hemos sido una familia.
–¿Cuál será la línea de trabajo que va a desarrollar en el Cabildo?
–Que la Catedral siga siendo la casa de todos, la casa madre con la puerta abierta donde todos se sientan acogidos. Tiene que seguir siendo lugar de cultura, música y arte, al que todo el mundo que venga se sienta acogido para que, cuando salga de ella, sea un testigo del Señor que ayuda a los más desfavorecidos.
«Les pido alegría.¿Quién va a seguir a un sacerdote aburrido? Deben contagiar la fe y a Cristo»
–¿Qué es el Cabildo?
–Un grupo de sacerdotes que apoya al obispo, está al servicio de los fieles y la Catedral. Formado por el ecónomo, el secretario, el maestro de ceremonias, el arcipreste, el deán, el penitenciario y el encargado de la música para las celebraciones.
–¿Y la función del deán?
–Acompaña al obispo en las solemnidades y celebraciones, le representa cuando no está, convoca las sesiones capitulares y debe cuidar todos los aspectos de la Catedral.
–Se le ve alegre por el cargo.
–Mi lema, allí donde he estado, es servir con alegría.Aquí hay una familia de colaboradores, el obispo, los miembros del cabildo, las religiosas que atienden la Catedral... Intentaré que quienes estén conmigo salgan mejor y más felices.La frase es de la madre Teresa de Calcuta.
–En cinco minutos de charla ha salido dos veces la palabra ‘familia’.
–Es que la familia es importantísima. En mi familia está mi respaldo. Lo que me enseñaron mis padres lo he trasladado donde he estado. Y quiero que la Catedral sea la gran familia de todos. Quiero recordar ahora a mi sobrina Conchita, que desde hace más de veinte años es misionera de la caridad de la Madre Teresa. Estudió Magisterio y Químicas y lo dejó todo para servir a los pobres. Está en Estados Unidos.
«Una parte ha dejado de lado a la Iglesia, se queda con lo negativo. Hay campañas en contra»
–¿Por qué hay tan pocas vocaciones sacerdotales?
–Es una realidad. Pero no es sólo por una causa.Es por el mundo que nos toca vivir, materialista.Hay mucha campaña en contra, organizada, y hay gente que crece lejos de la Iglesia porque tiene mal concepto de ella. Mucha gente se queda sólo con lo negativo y la Iglesia es mucho más.Son las personas que están dando la vida en el mundo por sus creencias y aquellas personas que se dan donde nadie quiere estar. Hay familias que no quieren que sus hijos se acerquen a la Iglesia y sean sacerdotes.En algunos ámbitos hay un concepto muy peyorativo de la Iglesia. No hay llamada porque el joven está en otra onda.El joven que encuentra a Cristo cambia de vida y descubre que es un gran camino. Hay pocas vocaciones, pero las que hay están muy, muy arraigadas.
– A los sacerdotes qué les pide como formador y rector que ha sido del Seminario de Corbán.
–Les pido alegría. Hay una parte aburrida en la Iglesia. ¿Quién va a seguir a un sacerdote aburrido? Es imposible.A los sacerdotes les pido que nos contagien la alegría de ser seguidores de Cristo.
–¿La sociedad ha dejado de lado a la Iglesia?
–Una parte sí. A algunos les interesa que no salga a la luz lo positivo que hace la Iglesia .
–Pero los escándalos que se han conocido de curas y obispos han hecho mucho daño.
–Han hecho mucho daño en aquellas personas que no están formadas y no están conectados en la fe. Les llega una información determinada y es la puntilla para no conocer la realidad.
«La Iglesia es mucho más que los escándalos de curas. Detrás está mucha gente que da su vida»
–Los jóvenes dicen que no hay gozo en esta Iglesia.
–Bueno... hasta el Papa ha dicho que las homilías son aburridas. Y también ha dicho que hay que transmitir a los demás lo que se está viviendo con corazón.
–¿Seguirá siendo delegado episcopal para la Semana Santa?
–De momento sí. Estoy satisfecho con las cofradías, hacen una gran labor. Con ellas he aprendido mucho. Cómo son por dentro, el tiempo de dedicación, la catequesis que desarrollan en la calle, el mucho trabajo que tiene hacer todo ello. Tienen detrás de ellas mucho más que las procesiones, como su acción caritativa y social, importantísima. También soy director espiritual de la Hermandad del Rocío de Santander, que el 17 de febrero representará la obra de teatro ‘María, de la pasión al cielo’, en la residencia Santa Lucía.
–Como arcipreste ha trabajado mucho con quienes se van a casar.
–Estoy satisfecho por tratar con los novios. Converso, doy consejos, acojo... es muy importante, aunque algunos no tengan fe. La acogida es fundamental; no ser distante, ser cercano. Las normas hay que saltárselas para llegar a las realidades que tenemos. Ya Jesucristo se saltaba las normas cuando era necesario.
–Se le nota cercano a los jóvenes.
–Es que los jóvenes son muy sinceros, buscan consejo y palabras. Algunos escogen caminos equivocados, porque son presa fácil de la sociedad, porque hay muchas ofertas que les distraen y les ofrecen serpientes para encantarles. Hay muchos charlatanes que distraen a los jóvenes de lo bueno, de lo que realmente importa.
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