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El mes de septiembre es el de la vuelta al cole de los escolares y al trabajo para un sector amplio de la población, pero también es el inicio de las vacaciones para muchos jubilados que viajan en temporada baja, con mejores precios y menos aglomeraciones. Cada mes de septiembre, el Imserso hace llegar a sus socios una carta para que opten a los destinos que se ofertan. Esta temporada se habían previsto 900.000 plazas en toda España. Pero este año, la carta ni ha llegado ni se la espera porque los viajes han sido aplazados por un recurso judicial presentado por tres empresas -Soltour, Mundiplan y Seniorplan- en contra de la adjudicación del programa después de que la firma Ávoris consiguiera todos los lotes.
En Cantabria son 12.000 los viajes afectados por esta suspensión. «Estoy pendiente de la carta, pero no sé cuándo va a llegar», comenta María Luz Calzada, de 81 años, que asegura que siempre ha sido muy viajera. «Antes viajaba con mi marido y desde que soy viuda, lo hago sola. Viajar con el Imserso me gusta porque se va en grupo. Son viajes muy bien organizados. Les podría de nota media un 7,5», detalla.
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En esa carta es donde los jubilados hacen su solicitud de destino. Deben elegir entre islas (Baleares y Canarias) o península. «Estamos expectantes y de momento no moveré ficha a otras agencias de viajes, pero será el siguiente paso si los del Imserso no salen adelante. En nuestro caso, vamos a viajar seguro. Busco la oferta más económica», explica Juan Carlos Saavedra, de 68 años, que viaja con su mujer, de 62. El matrimonio prefiere destinos de playa, aunque «no vamos a bañarnos al mar porque en estas fechas ya no nos apetece, vamos a hacer visitas más culturales».
«La incertidumbre es lo peor de todo porque no hay un comunicado oficial por parte del Imserso y no se ha dado un plazo», añade Saavedra, que es socio del Imserso desde hace seis años y que, según explica a este periódico, «por unas cosas u otras nunca he podido viajar desde que me apunté. Primero fue el covid; después una batería de recursos que han ido aplazado los viajes cada temporada».
«Lo peor es laincertidumbre, porque no hay un comunicado oficial»
«Estoy pendiente de recibir la carta que me llega cada septiembre para elegir destino»
«Los hosteleros han hecho contratos contando con estos viajeros que no vendrán»
No es el único ciudadano que repara en que el bloqueo a estos viajes se repite desde 2015, con mazazos como su cancelación en el año 2019, con un golpe al sector hostelero al imponer requisitos más exigentes en cuanto a calidad, o en 2020, cuando se canceló por el covid. «Creo que responde a una estrategia para acabar con los viajes del Imserso», denuncia Vicky Campo García, de 79 años, que ha viajado en dos ocasiones con esta organización. «Con estos viajes accesibles a muchos bolsillos, en hoteles y destinos de calidad, han viajado todos los jubilados de España que han querido, tuvieran recursos económicos o no. Cuando éramos pocos a nadie le afectaba, pero hoy en día, que la masa de jubilados asciende a casi 10 millones de personas, es una cartera de clientes muy golosa que supone mucho dinero y surgen intereses empresariales para quedárselos».
Con el procedimiento abierto, el inicio de la campaña 2023/2024 podría retrasarse hasta final de año. Es un varapalo para los 900.000 jubilados de toda España que tenían previsto disfrutar de estos viajes, pero también para el sector hostelero que sustenta con estos ingresos fuera de los meses de verano y Semana Santa buena parte de la temporada baja.
El programa de Turismo Social del Imserso es clave para el sector hostelero en Cantabria, donde los destinos ofertados son Santander, Santoña, Suances y Torrelavega, además de varios circuitos termales, que continúan siendo de lo más demandado. «Esperamos que se resuelva cuanto antes la situación, cualquier retraso supone cambiar las previsiones del sector de la hostelería. Los empresarios hacen sus cálculos y, si no se cumplen, está claro que el daño económico para los negocios y los trabajadores será importante», argumenta el presidente de la Asociación de Hostelería de Cantabria, Javier Bedia. «Los empresarios han contratado plantillas contando con este turismo de mayores, que ahora no se va a recibir, pero ¿qué se hace con este personal?», se cuestiona.
De momento, los paquetes de viajes no se podrán comercializar hasta que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales resuelva el recurso interpuesto por las tres citadas empresas que se quedaron fuera de la adjudicación del programa de viajes de este año, después de que la firma Ávoris consiguiera todos los lotes. El grupo turístico ganador confía en que el tribunal falle a su favor porque entiende que ha presentado la mejor oferta para llevarse los tres lotes. Por su parte, Soltour, del Grupo Piñero, ha calificado de «injusta» la adjudicación a Ávoris y ha asegurado que esta «no se ha hecho con arreglo a las bases del pliego de contratación».
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