

Secciones
Servicios
Destacamos
Cuando en la tabla de mareas sale algo parecido a cien, en la bahía se siente. Y hoy, en las columnas que indican los coeficientes, ... los números andaban rondando (oscilaron entre 98 y 96). Los que saben de estas cosas hablan en estas jornadas de «mareas vivas» y los que saben menos se fijan en los cambios del paisaje, según la hora. En lo que deja ver el mar y en lo que tapa, según le toque. Las fotos que acompañan este texto –en el Puerto de Santander, junto a la lonja– son como el juego de las siete diferencias. Y precisamente ese listón que coloca el Cantábrico es el que aglutina todos los contrastes.
Lo primero, los datos, los números. La 'plea' del miércoles fue a las 05.36 y a las 17.53 horas. La bajamar, a las 11.40 y ya en el tránsito entre un día y el siguiente (00.01). No fue el día de más coeficiente del mes, pero sí estuvo en el grupo de los más 'gordos'. Las subidas y bajadas más pronunciadas se concentraron entre el 8 y el 11 (en tres jornadas se sobrepasó esa barrera conocida del centenar que depara las escenas contradictorias) y, nuevamente, desde el pasado lunes. De hecho, atendiendo a las previsiones en la tabla, los coeficientes irán descendiendo poco a poco de aquí a final de mes.
Bien lo saben en Los Reginas, que denuncian cada año desde hace unos cuantos que, cuando toca (a falta de dragado), hay horas del día en las que a los que van a Somo les toca bajarse en Pedreña. Por allí no se puede navegar. Para los que pasean por el muelle de la capital, la imagen es la de las tripas de los propios muelles. Bien abiertas. O la de un Puntal que parece encontrar más aliados de arena en el horizonte. Y ojo, porque, al contrario (en hora de 'plea') si coincide marea alta y surada, como estos días, el paseo puede acabar con los zapatos y los pantalones calados si uno se acerca demasiado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.