El juez archiva las denuncias de pinchazos de este verano por falta de autor conocido

Según desvelaron ayer a El Diario Montañés fuentes cercanas al caso, el instructor ha decidido dar carpetazo a las ocho denuncias presentadas por varios jóvenes (chicos y chicas) por falta de autor conocido, es decir, al no disponer de pruebas que señalen a alguien. Además, los análisis médicos realizados a los ocho denunciantes no han arrojado la presencia de ninguna sustancia durante el proceso de seguimiento, con lo cual todo parece indicar que los pinchazos fueron obra de alguien que quiso sembrar el pánico en Santander, en la línea de lo ocurrido en esas mismas fechas en diversas ciudades de España.

En el caso de Cantabria, siete de las ocho denuncias presentadas -aunque hubo algún otro caso que no acabó en denuncia- se registraron a raíz de la celebración el pasado 30 de julio del Reggaeton Beach Festival, al que acudieron cerca de 12.000 personas.

En el transcurso de ese evento, la Policía Nacional registró cinco casos de jóvenes de ambos sexos -a los que se sumaron dos contabilizados por el 112- que se quejaban de haber recibido un pinchazo y que fueron trasladados al Hospital Marqués de Valdecilla, donde, en total, once chavales recibieron asistencia médica y fueron sometidos a un examen de tóxicos, que, en todos los casos, arrojó un resultado negativo. Además se descartó que fueron casos de sumisión química, ya que ninguno de ellos fue víctima de delitos asociados al supuesto pinchazo, ni de hurtos ni de agresiones sexuales o cualquier otro.

En el transcurso del festival, y cuando se estaban produciendo los pinchazos, comenzaron a circular en redes sociales mensajes de alerta entre los jóvenes. De hecho se llegó a dar una descripción del presunto autor y la Policía Nacional mostró alguna fotografía a las supuestas víctimas. Pero ninguna de ellas pudo identificarlo y los miembros de seguridad del festival tampoco pudieron hacer nada para dar con él entre la multitud de asistentes.

Ante el revuelo generado y pese a que se descartó la existencia de casos de sumisión química, Sanidad citó a los afectados en el Servicio de Atención de Enfermedades Infecciosas de Valdecilla para completar el estudio y descartar así cualquier tipo de infección. La Consejería también anunció una revisión de los protocolos referidos a los casos de sumisión química y de pinchazos accidentales para «adaptarlos a esta nueva forma de agresión».

Una semana después de producirse estas denuncias, el Festival Santander Music, que se celebró del 4 al 6 de agosto, registró un caso de pinchazo. Una chica que se encontraba en el festival se acercó en compañía de sus amigos a los agentes de la Policía Nacional presentes, quejándose de un posible pinchazo y advirtiendo de que «no se encontraba bien». De inmediato se puso en marcha el protocolo (que en estos casos es el general de delitos graves), y la joven fue atendida en el lugar por los servicios sanitarios, que, posteriormente, la trasladaron al hospital. Allí le realizaron la correspondiente prueba de sustancias tóxicas, que también dio negativo.

Desde entonces no se han registrado más casos en Cantabria y los que han llegado al Juzgado han tenido que ser archivados ante la falta de autor conocido y en vista de que el informe de Valdecilla que tiene en su poder el instructor no revela ninguna sustancia anormal entre los ocho jóvenes que fueron víctimas de un pinchazo.