La juez inhabilita siete años al exdirector de Cantur por fraccionar contratos

La juez Amaya Merchán, titular del Juzgado de lo Penal número 4, toma otra decisión relevante que puede tener más consecuencias judiciales. Ha ordenado deducir testimonio para que se investigue si en uno de los contratos bajo sospecha «se fabricaron 'ad hoc'» dos ofertas para su aportación a este proceso con la finalidad de «disfrazar una adjudicación directa mediante invitación a otras empresas». Con todo, la sentencia no es firme y cabe recurso ante la Audiencia Provincial de Cantabria.

Este era el tercer juicio contra Diego Higuera por supuestas ilegalidades cometidas durante su gestión en Cantur. El primero fue el caso de la Casa de los Gorilas, en el que fue absuelto, junto a López Marcano. Pero en el segundo procedimiento su fortuna cambió, y en marzo del año pasado fue condenado a dos años de cárcel por malversación de fondos públicos.

El pasado mes de enero se sentó de nuevo en el banquillo acusado de trocear el proyecto de los cañones de nieve de Alto Campo para adjudicarlo directamente y beneficiar a la ingeniería de Pablo Sámano, a la sazón gerente del Consorcio para los Museos de Prehistoria, Arqueología y Bellas Artes por decisión de López Marcano, y cuyo hijo, el hoy alcalde de Torrelavega, Javier López Estrada, ingeniero de profesión, trabajaba en aquel momento en Conurca.

La sentencia subraya que Higuera «fraccionó la contratación para contratar directamente y sin procedimiento alguno» a Conurca, lo que desmonta la versión que dio el exresponsable de Cantur en el juicio, donde echó balones fuera al asegurar que «iba de oyente» a los consejos de administración de Cantur, donde se tomaron las decisiones objeto de controversia.

Pero la magistrada no le ha creído. Así, de la documentación aportada se desprende que se produjo «un fraccionamiento deliberado en la contratación a fin de eludir la publicidad y concurrencia propia del procedimiento administrativo», recurriendo a adjudicaciones directas. En lugar de tramitar el proyecto para la captación de agua, balsas de almacenamiento y sistema de innivación en Alto Campoo como un único proyecto, se fraccionó «de manera artificiosa» para beneficiar a Sámano con un encargo que superó los 117.000 euros.