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Josu García
BIlbao
Viernes, 3 de mayo 2019, 19:10
El caso del hombre cántabro de 39 años que murió el sábado tras recibir la anestesia previa a un injerto capilar en una clínica de Bilbao está siendo investigado por la autoridad judicial, según ha confirmado este viernes un portavoz de Osakidetza. La ... familia del fallecido no ha denunciado por ahora los hechos. Sin embargo, os médicos del hospital de Valdecilla, a donde fue trasladado el paciente para su tratamiento en una cámara hiperbárica, sí han dado traslado del óbito al magistrado competente. Además, antes de la cremación se procedió a realizar la autopsia, cuyo informe definitivo aún no estaría redactado.
El incidente tuvo lugar el pasado viernes en el centro médico privado Dermitek de la capital vizcaína. El vecino de Maliaño sufrió «una reacción adversa» tras serle administrada una anestesia local previa al proceso de implante capilar, según aseguran desde la clínica, que insisten en que por ahora «no se sabe si hay una causa-efecto» entre la medicación proporcionada y el fallecimiento.
Después de recibir varias inyecciones, el hombre entró en parada cardiaca. Fue reanimado por el personal que le atendía y trasladado al hospital de Basurto. En el centro médico público habría ingresado con una embolia gaseosa, según fuentes médicas consultadas por El DIARIO. Esto quiere decir que, de alguna manera, una burbuja de aire penetró en su torrente sanguíneo.
El tratamiento habitual para este tipo de patologías consiste en la introducción del enfermo en una cámara hiperbárica multiplaza. La más cercana a Bilbao es la ubicada en Valdecilla. Según los datos de la Sociedad Española de Medicina Hiperbárica, Euskadi carece de este tipo de recurso asistencial.
Tras ser derivado de urgencia al centro sanitario cántabro, a donde llegó el sábado, el hombre falleció. La familia no ha querido hacer declaraciones a este diario. Tampoco el hospital de Basurto quiso aportar ningun tipo de información, amparándose en que existe una investigación en marcha.
La asociación del Defensor del Paciente ha dirigido un escrito a la fiscal jefe del País Vasco, María del Carmen Adán, para que abra diligencias por este suceso. Su presidenta, Carmen Flores, cree que ha podido haber «una negligencia» médica.
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