El juez ordena el análisis del móvil del monitor de Villaescusa que grabó a unas jugadoras en la ducha

Según han detallado a este periódico fuentes cercanas al c aso, el instructor del caso también ha acordado la práctica de varias declaraciones que tendrán lugar el próximo octubre. Ese mes tendrán que comparecer en el Juzgado el entrenador del Oceja y varias de las jugadoras que se encontraban en el vestuario cuando el autor de los hechos colocó un móvil para grabar.

Todo se descubrió gracias a que una de las jugadoras vio desde la ducha algo extraño. Al parecer, el móvil estaba colocado en una pequeña rendija en el techo, aprovechando un hueco en el falso techo en el ángulo con una de las paredes. Prestó más atención y alertó acto seguido a sus compañeras, algunas de ellas menores.

El autor de la fechoría aprovechó el momento en que no había ninguna vista puesta en el recoveco para hacer desaparecer el dispositivo del lugar. Sin embargo, la jugadoras reaccionaron rápido y alertaron de lo sucedido a la Guardia Civil. De acuerdo con los testigos, se preguntó entonces a las personas que podían tener acceso a la zona de vestuarios buscando una explicación y, sobre todo, quién había podido colocar el móvil. Tras varias negativas, incluso se preguntó en los alrededores por si fuera obra de personas ajenas al partido, pero para aquel momento la delegación del Oceja ya sospechaba de un hombre que en principio negó cualquier relación.

Llegó incluso a exhibir un teléfono negro –las jugadoras dijeron que era blanco– para tratar de demostrar que no había ninguna grabación delictiva, pero, cuando se llamó a su número, el terminal no sonó. Poco después llegó al campo la Guardia Civil, que le pidió a esta misma persona su teléfono: el personal (había alegado una excusa para justificar que el terminal que aseguraba era el suyo no sonara pese a dar tono). Los agentes vieron el contenido del móvil, efectivamente blanco con una o varias grabaciones, y se llevaron a esa persona detenida. El Juzgado de Guardia acordó la puesta en libertad y la imposición de una medida cautelar de alejamiento al detenido.

Recientemente, el Supremo ha ratificado la absolución de este monitor, por falta de pruebas, en un caso de abuso a una menor.