El juez requisa el móvil de uno de los detenidos por la muerte del joven de Polanco

Según ha podido saber El Diario Montañés, el instructor ha acordado requisar el teléfono móvil de uno de los dos detenidos, Rubén G. A., para conocer el contenido de las comunicaciones que realizó (llamadas y mensajes de WhatsApp) tras la muerte de Cubillas. Todo ello, a raíz de la declaración de un testigo, amigo de Rubén, que dijo que hubo una pelea entre la víctima y los detenidos y no una agresión de estos últimos y un empujón a las vías como declararon otras dos testigos.

Este testigo fue el que explicó el origen del altercado que acabó con la vida del joven de Polanco. Según su declaración, Cubillas se dirigió a Rubén, que llevaba un pendiente, para decirle que se lo quitara porque se le iba a infectar. «Ángel (el otro detenido) terció en la conversación y dijo que con lavarse con agua y jabón la zona perforada era suficiente». Entonces, dice que Cubi insistió en que Rubén debía quitarse el pendiente porque se le podía infectar y preguntó a Ángel si es que él había estudiado Enfermería, «en el sentido de que no tenía ni idea acerca de estas cuestiones». «Hay un primer pique entre Ángel y Cubi y tuve que separarlos. Se preguntaron mutuamente si se estaban vacilando», añadió.

Cuando el tren llega a Boo, los dos detenidos se bajan porque era su parada. «Cubi les dijo: '¿qué lo decís, porque os bajáis aquí?'. A lo que Ángel respondió: 'Pues bájate tú'. Y Cubi por su propio pie dio un paso y se bajó del vagón. Pero no le agarraron. Si se bajó fue porque tenía ganas de pelear, su actitud fue de provocación».

Desde dentro del tren, este testigo dice que vio cómo «Rubén le propina un puñetazo a Cubi, que se golpeó con el tren por el golpe sin llegar a caer al suelo. Después Cubi recibió un empujón y respondió intentando golpear a Rubén, sin conseguirlo. Entonces Rubén intentó propinar a Cubi un puñetazo, pero no llegó a impactarle; se agarraron y Ángel le dio una patada a Cubi en las costillas». Por acción de esa patada, este testigo dice que la víctima se fue hacia la barandilla del andén, «con la que se golpeó en la cabeza». En ese momento, afirma que se cerraron las puertas y el tren se fue. «Me desplacé hasta la última ventanilla del vagón, saqué la cabeza y vi a las tres personas en el suelo, al borde del andén, y uno de ellos cayó. No sabía si era Ángel o Cubi porque los dos iban de colores claros y soy daltónico. Rubén iba con una chaqueta negra, con lo que él no era. Estaría a unos diez metros del incidente. Fue muy rápido desde que me asomé hasta la caída del cuerpo».

Este joven aseguró que Cubi «cayó de cabeza y se dobló el cuerpo, tuvo una caída rara». «Me quedé asustado al ver que alguien caía a la vía». Sin embargo, apunta que no se lo comentó al maquinista. También señaló que desde esa distancia de diez metros distinguió un «gurruño» formado por los tres jóvenes. «Soy miope y daltónico», añadió. «Cubi no cayó desplomado a la vía, cayó de cabeza; se dobló todo el peso de su cuerpo hacia su cabeza, como si se fuera a tirar de un trampolín. Pero no puedo precisar si fue empujado, golpeado o se cayó».

Tras presenciar la escena, este testigo asegura que preguntó en un chat en el que estaba Rubén «¿quién ha caído a las vías?», pero ya no dispone de ese chat «porque lo suelo borrar». Inicialmente, declara que nadie le contestó a la pregunta, pero «Rubén me pidió que borrara el mensaje y me preguntó cómo sabía eso, cosa que me chocó porque él se encontraba conmigo en el tren». Es por esto por lo que el juez requisa ahora el móvil de Rubén.