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La titular del juzgado de Instrucción número 2 de Balmaseda, encargada de investigar el crimen de Misael Centeno -el joven nicaragüense de 31 años hallado muerto en el río tras una riña en un pub en Carranza-, ha ordenado que se practique una segunda ... autopsia al cadáver de la víctima. En un auto dictado el 14 de diciembre y notificado a las partes el pasado jueves al que ha tenido acceso este periódico, la jueza pide que se remitan las muestras extraídas al cuerpo en el Instituto de Medicina Legal de Santander a los forenses de Bilbao para que realicen una contrapericial.
A la magistrada le interesa conocer «el estado de consciencia o inconsciencia» del joven «en el momento de la sumersión en el agua» y «si el cuerpo presentaba lesiones», además del «origen/causa de las mismas», ante las dudas planteadas con la necropsia practicada. La prueba había sido solicitada por la acusación particular, que representa a la hermana de Misael y al resto de su familia, al considerar que los informes preliminar y definitivo de la autopsia practicada al cadáver en el Instituto de Medicina Legal cántabro resultaban «contradictorios».
contradicciones
Si el primero apuntaba a que el joven había caído al cauce estando inconsciente y después de haber sido agredido, ya que presentaba lesiones en distintas partes del cuerpo por supuestos golpes, varios meses después los mismos forenses llegaban a la conclusión contraria, que Misael estaba vivo cuando se precipitó al río y que la causa más probable de la muerte fue una «asfixia por sumersión», lo que abría la posibilidad de que pudiera haber sido un accidente y no un homicidio.
En base al informe preliminar, la jueza había ordenado el ingreso en prisión preventiva de cuatro de los 16 jóvenes detenidos por su presunta relación con el caso. Pero cuando recibió la conclusión definitiva de los peritos patólogos de Cantabria, la instructora ordenó la inmediata puesta en libertad provisional de los encarcelados.
Proceso
Excepcional
La práctica de una segunda autopsia es algo excepcional, aunque ha habido otros casos. El cuerpo fue repatriado y enterrado en el país natal de la víctima, Nicaragua. La jueza sólo solicita que se vuelvan a analizar las muestras recogidas en el cadáver, tanto las que se conservan en Santander como las derivadas al Instituto Nacional de Toxicología (INT), en Madrid, para un examen más especializado. Entre otras, se refiere al nivel de estroncio en los ventrículos, indicativo de si la persona estaba muerta cuando se sumergió.
Además, en el mismo auto, la jueza aprueba la ampliación de la instrucción otros seis meses, hasta el próximo junio. También pide que se coteje el ADN recogido en las uñas de la víctima con el de los acusados.
El pasado 28 de noviembre se cumplió el primer aniversario de la muerte del joven nicaragüense, que trabajaba en una vaquería en Carranza. Su hermana teme que el caso quede en un mero accidente por el miedo a hablar de los testigos. Según la investigación de la Ertzaintza, Misael se encontraba en un pub del barrio Ambasaguas cuando tuvo un enfrentamiento con un cliente. Al salir del local, tiró un vaso de cerveza hacia el interior y le alcanzó a un joven. Un grupo de varios chicos salieron en su persecución. Misael desapareció. Nadie volvió a verle vivo. Tres días después, el cuerpo fue encontrado flotando en el río Karrantza, a varios kilómetros de distancia, en Ramales de la Victoria (Cantabria). Las acusaciones creen que le golpearon y arrojaron al río, y las defensas, que cayó por accidente.
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