El jurado declara culpable de asesinato al acusado del crimen del joven de Colindres

Después de un día de deliberación y pese a las dudas generadas entre los familiares de Mario, el jurado se mostró contundente y no aceptó ni uno de los atenuantes que planteaba la defensa. Así, la mayoría de jueces legos –siete frente a dos– consideró probado que Jorge Cervantes es autor de un asesinato ya que la víctima no tuvo «capacidad de defensa», aunque por «unanimidad» consideraron que la agresión se produjo cuando Mario trataba de huir del lugar.

El jurado consideró probado que el acusado se encontraba en el lugar de los hechos, en el aparcamiento del Lidl de La Torre, donde se produjo el ataque. También que Mario trató de huir a la carrera de su agresor. Por siete votos a dos, vio probada la intención de Jorge de agredir mortalmente a Mario y que éste no tuvo capacidad de defensa y, por tanto, hubo alevosía.

Descartando uno a uno los atenuantes que solicitaba la defensa, el jurado consideró por unanimidad que el estado de la víctima era crítico en el momento de desplazarle al Hospital de León y que fue la herida por arma blanca la que causó la muerte, sin influir su infección por covid.

También que el agresor huyó a Navatejera y que en su domicilio se negó a abrir la puerta y destrozó su móvil, pero finalmente fue detenido.

Para el jurado también ha quedado probado que Mario, después de que sus amigos le asistieran en un primer momento y dieran aviso a los servicios de emergencias, falleció una hora después en el Complejo Asistencial de León con motivo de un shock hemorrágico debido a la herida que había padecido en el tórax y que, durante el juicio, se ha calificado de «mortal de necesidad».

El acusado tampoco ha reparado el daño con el abono de 10.000 euros a la familia de Mario, que reclama más de 200.000 euros en concepto de indemnización. Y en cuanto al consumo de alcohol o drogas, se considera probado por unanimidad que no alteró la forma de actuar del acusado y por mayoría de siete a dos no probado que hubiera consumido alcohol que le afectara parcialmente.

El abogado de la familia, Fernando Rodríguez Santocildes, aplaudía un veredicto que reconocía como «Mario murió de manera traicionera» y descartando cualquier «justificación» ni nada que atenúe la pena. Por ello solicitará elevar la pena a 22 años de prisión, en sintonía con lo que había pedido la representante del Ministerio Fiscal en su escrito de conclusiones, por la alevosía reconocida por el jurado popular.

Por su parte, el abogado de Jorge Cervantes solicitó a la conclusión del juicio «la pena menor» de la posible impuesta tras un veredicto contrario.

El juez permitió al acusado tomar la palabra y, de nuevo, como ya lo hizo en la última jornada del juicio, pidió disculpas a la familia de la víctima, a quienes deseó que puedan «pasar página».

El acusado ya había declarado que le da «vergüenza cada uno» de sus «actos», aunque aseguró que «en ningún momento» había tenido «intención de acabar con la vida» de Mario. «Me cuesta creer que ha pasado lo que ha pasado», afirmó durante la última sesión del juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de León.

Este periódico se puso en contacto con los padres de Mario para recabar una valoración, pero prefirieron esperar hasta que asimilen todo lo que han vivido esta última semana.

Ahora, con el veredicto del jurado, el magistrado presidente José Luis Chamorro –destinado hace unos años en el Juzgado de Instrucción nº 2 de Medio Cudeyo y en el Nº4 de Santander–, redactará la sentencia y fijará la condena, que, al ser en base a un delito de asesinato comprende una pena que oscila entre los 15 y los 25 años de cárcel.