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Asensio y Revilla, ayer en el Gobierno de Cantabria. Javier Cotera
El lábaro se expande a la provincia de Burgos

El lábaro se expande a la provincia de Burgos

Cantabria ·

El Ayuntamiento de Valle de Zamanzas incluye ese símbolo en su heráldica municipal como homenaje a sus vínculos con Cantabria

NACHO GONZÁLEZ UCELAY

Santander

Sábado, 14 de abril 2018, 07:41

El lábaro cántabro, tal y como lo define la Wikipedia, «es el nombre que recibe la interpretación contemporánea de un antiguo estandarte militar que los romanos conocían como cantabrum». A lo largo de las últimas décadas, «su uso se ha popularizado en la comunidad autónoma de Cantabria, donde es muy visible en eventos deportivos y en fiestas regionales». Y en 2016, concluye la enciclopedia, «el Parlamento de Cantabria lo reconoció como símbolo identitario del pueblo cántabro».

Por eso, así, de primeras, es difícil de entender qué hace incrustado en la heráldica municipal de una pequeña localidad burgalesa. Valle de Zamanzas.

Indiferente a la polémica que ello ha provocado en Castilla y León, donde algunas asociaciones locales se han tomado este asunto como «una primera declaración del expansionismo cántabro», nada menos, el alcalde, Juan José Asensio, se acercó este viernes hasta Santander para explicárselo personalmente al presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla.

Algunos colectivos ven el gesto como «una declaración del expansionismo cántabro»

Aunque apenas tuvo un minuto para saludarle y fotografiarse con él -la agenda matinal del jefe del Ejecutivo no le dio margen para más-, el regidor se llevó de ese encuentro la satisfacción de haberle enseñado el nuevo escudo de su municipio, que, con la inclusión de un lábaro, pretende ser un homenaje a quienes allá en el siglo XIX trabajaron por el retorno de Valle de Zamanzas a la llamada provincia de Santander, a la que en su momento perteneció. Eso, y una foto buscada con Revilla que alimentará las críticas de quienes creen que incluir un lábaro en el escudo de un ayuntamiento burgalés es como incluir el oso y el madroño en la heráldica de un ayuntamiento murciano.

«Yo no lo veo así», dice Asensio, alcalde de un municipio de 20 kilómetros cuadrados y 63 habitantes, gobernado por los independientes. Por dos, para concretar el número. Por él y por una compañera de partido con vínculos con Santander. Frente a ellos, en la oposición, un concejal socialista.

Para él, la inclusión de ese símbolo va mucho más allá de un mero capricho personal. «Valle de Zamanzas es un municipio que surgió a partir de la división provincial que Juan de Burgos efectuó en 1833», dice el regidor. «Entonces, los límites territoriales no eran geográficos sino textuales, de ahí que cinco ayuntamientos que hoy pertenecen a la provincia de Burgos -el nuestro entre ellos- estuvieran funcionando varios años con Santander de capital».

Esto, hasta 1837, cuando en la repartición de los partidos judiciales «estos cinco ayuntamientos fueron incluidos en la provincia de Burgos como integrantes del de Sedano». Una decisión que, dice el alcalde, no gustó a los municipios afectados, que, «sintiéndose montañeses», iniciaron un movimiento para pedir su vuelta a Santander.

Un homenaje

Ciento setenta y ocho años después, y nada más asir el bastón de mando, Asensio y su compañera se lanzaron «a recuperar no sólo la historia sino la identidad de nuestro municipio». Un municipio, Valle de Zamanzas sin bandera y sin escudo.

«Así que nos pusimos en contacto con una empresa que se dedica a este tipo de cosas y le entregamos la información sobre la historia de nuestro municipio», eso sí, recalca, «sin imponer en ningún momento la inclusión del lábaro». Como resultado de ese encargo surgieron los diferentes cuarteles con los que se identifica la localidad, «entre ellos el lábaro que recuerda ese vínculo con Cantabria».

El alcalde, que señala que el responsable de armas de la Junta de Castilla y León dio su visto bueno y que en el tiempo que el proceso estuvo sometido a información pública no se produjeron alegaciones, no entiende las críticas que la incorporación de ese símbolo a la heráldica municipal han generado en algunos colectivos de ámbito local, no así en los vecinos de la localidad, que, según Asensio, de momento «no han mostrado ni rechazo ni querencia por esta idea». Sólo su inmensa alegría porque Valle de Zamanzas disponga ya de su propio escudo.

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