Un laberinto de vocaciones

Un grupo de jóvenes hace cola ante la sección de Imagen Personal, donde varios estudiantes de las ramas de Peluquería, Estética y Belleza del IES Valle de Camargo se afanan en realizar modernos cortes de pelo, peinar, maquillar, pintar las uñas o dar un masaje facial. Cerca de allí, los chavales del Centro de Educación Especial Martín Sáez, de Laredo no levantan la cabeza de la mesa, donde preparan dos recetas con productos cántabros: tortilla española con 'concassé' y anchoas de Santoña, por un lado, y helado de queso de Tresviso y nueces sobre salsa de frutos del bosque, por otro.

«En los últimos tres o cuatro años ha crecido mucho el alumnado, los chicos están muy motivados y les gusta mucho la cocina», expresa el profesor José María Barrón sobre un fenómeno al que «ha ayudado» el 'efecto llamada' que han tenido los programas de televisión dedicados a la gastronomía. A su lado, los alumnos del IES Fuente Fresnedo, también de la villa pejina, ofrecen zumos, croquetas, patatas fritas, crema de calabaza, compota de manzana o ensaladas frescas de agricultura ecológica recién hechas. Con productos recogidos de la huerta que cuidan los estudiantes del IES La Granja, de Heras. Y si te descuidas, los compañeros del área de Textil, Confección y Piel te 'hacen un traje'.

Todos ellos conviven en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander, convertido desde este miércoles en un inagotable laboratorio de habilidades, en un laberinto de vocaciones sin fin, en un gran mercado festivo, gracias a la III Semana Europea de la Formación Profesional, donde los centros educativos de Cantabria se han vestido de largo para darse a conocer a la sociedad y compartir todas sus fortalezas. Que no son pocas: la región tiene la tasa más alta de España de titulados en grados medios de FP y ocupa el tercer lugar en los de grado superior. Y la inserción laboral efectiva supera el 60% en todas las familias profesionales.

Los asistentes pueden disfrutar de talleres y actividades vinculadas con la Fabricación Mecánica, Hostelería y Turismo, Imagen y Sonido, Energía y Agua, Instalación y Mantenimiento... Una pequeña gran muestra que presentan profesores y alumnos de 27 centros y que quiere ser reflejo de todas las tareas que realizan a diario los más de 12.000 estudiantes matriculados este curso en los 262 ciclos de FP de 108 titulaciones y 22 familias profesionales que se ofertan en Cantabria.

Unas tasas de escolarización que se sitúan «muy por encima de la media nacional», tal y como destacó este miércoles el consejero de Educación, Francisco Fernández Mañanes, en la inauguración, en la que estuvo acompañado por el delegado del Gobierno, Pablo Zuloaga, y la directora general de FP, María Jesús Reimat. El programa contempla hasta este viernes multitud de actividades dirigidas a escolares –«para despertar vocaciones»–, familias, agentes sociales y empresas, la otra gran pata clave de este sector. «Necesitamos dar prestigio a la FP y resulta imprescindible la colaboración del mundo empresarial», subrayó el consejero.

«Estoy dibujando a escala natural el plano de una banqueta y después tallaremos cada una de las piezas que la darán forma», explica Álex González, estudiante de Carpintería y Mueble en el IES Ricardo Bernardo, de Solares, el único centro de Cantabria donde se pueden cursar los grados medios y superiores de la familia de Madera y Mueble. Ángela Pérez también estaba centrada en el dibujo, pero muy diferente;en su caso realizaba bocetos de maquillaje, «que es el primer paso para ponerse luego a practicar ya de forma real», explica esta alumna del grado superior de Estética y Bienestar del IES Valle de Camargo. «Hoy hay mucho interés por estudiar títulos relacionados con la imagen personal», refleja.

La feria también muestra ocho proyectos de innovación de FP subvencionados por Educación por su ejemplaridad. Como el prototipo de coche sostenible 'Ecocar' que fabrican de forma artesanal un centenar de alumnos del IES Nuestra Señora de los Remedios, de Guarnizo, de los departamentos de Fabricación mecánica y Electricidad/Electrónica, al que se han sumado compañeros de Bachillerato y ESO en las labores de marketing.

Una iniciativa a la que dedicarán tres años con el objetivo final de participar en 2020 en la 'Shell Eco-marathon', una de las competiciones de innovación más importantes del mundo donde se exige a los estudiantes que diseñen, construyan y prueben vehículos extremadamente eficientes. Los jóvenes dedicaron el curso pasado a realizar el diseño y en el actual ya han comenzado la fabricación material: en la feria muestran el chasis junto con el asiento del conductor y el volante. Este año completarán la dirección y la carrocería y el próximo, la suspensión, el motor eléctrico..., tal y como relatan sus profesores Isabel Carral y Nicolás Botrán, orgullosos de que una docena de empresas se hayan sumado ya a patrocinar el proyecto.