Cuando Lana del Rey fue a la UC

Antes de ser Lana del Rey, Lana del Rey vivió en Santander. La cantante y actriz estudió Filosofía en la Universidad de Fordham, donde se graduó en 2008, y durante ese periodo completó un curso en la Universidad de Cantabria, En concreto, en el Edificio Interfacultativo del Campus de Las Llamas como alumna del programa Erasmus. Hasta aquí la leyenda urbana. Que en este caso de leyenda tiene poco, porque el relato es real casi al completo. Salvo lo del Erasmus y las fechas, todo lo demás es cierto.

Elizabeth Woolridge Grant (Nueva York, 21 de junio de 1985), conocida artísticamente como Lana del Rey, presume de un aceptable castellano porque, entre otros motivos, pasó un verano en Santander estudiándolo. No fue ni en la UC ni en edad universitaria, sino algo antes.

Elizabeth Grant era al comenzar el verano de 2001 una alumna más del Choate Rosemary Hall, un colegio privado de Connecticut que enviaba a sus estudiantes en verano a España para aprender castellano. Una de las ciudades elegidas era Santander gracias al convenio con la academia Inlingua. En total, pasó al menos un mes–ella misma habla de distintos plazos– en un programa de inmersión que incluía vivir no en una residencia, sino en un domicilio particular con una familia cántabra. Dutrante otras dos semanas visitó diversas ciudades de la Meseta.

«Estuve en Santander unos cuatro o cinco meses con una familia. Fue un poco extraño, porque me habían mandado a un internado y al terminar el curso no tenía permiso para regresar a casa, así que me fui a España directamente. A Santander, en el norte. Recuerdo que en el vuelo de ida me dieron una pequeña tarta en la que ponía 'Felices 16', porque cumplí los 16 años en el aire. Pensé: 'Esto mola', pero también: '¿Voy a poder volver a casa en algún momento?'», relató ya convertida en estrella internacional de la canción.

El tiempo le ha jugado alguna mala pasada al hablar de fechas, porque durante la rueda de prensa de presentación de su gira de 2012 española decía lo siguiente: «Estudié castellano en el colegio y vine a España por primera vez durante tres meses durante un verano. Fue en Santander, cuando tenía 15 años. Al acabar, estuvimos dos semanas viajando por el norte, a Bilbao con su gran museo». Recordaba muy bien además a su familia y conocidos cántabros; no tanto lo que duró su estancia. «Estuve en Santander cuatro meses cuando tenía 16 años; tengo amigos allí», le dijo a El País ese mismo 2012.

Lo ha repetido la propia cantante en varias entrevistas, en las que ha llegado a recordar que fue precisamente en Cantabria donde gracias a sus huéspedes se concienció sobre el ahorro energético con una frase que le repitió miles de veces la familia con la que convivió desde el 25 de junio: «Lizzy, apaga la luz cuando salgas».

Entre sus profesores estaba Regino Mateo, además de docente exprogramador del Palacio de Festivales y poeta, entre otras muchas cosas, que confirma ese pequeño lío de fechas de la que entonces era apenas una adolescente. «Ella misma lo ha contado, aunque un poco embarullado y con errores de memoria: No estuvo tanto tiempo, en total un mes Santander y dos semanas de viaje por Salamanca, Toledo y Madrid», explica. No le dio clases de castellano; de eso se encargaba durante todo el año el personal del centro estadounidense en el que estudiaba, sino de Historia del Arte Español e Historia de España. La recuerda como una alumna «trabajadora» que sacó una «notaza». Por diferentes anécdotas, llamó, para bien, la atención del profesorado.

«El coordinador americano del grupo no estaba muy contento con sus antecedentes y casi nos sugirió a los profesores españoles que pasáramos de ella. Por supuesto, no lo hicimos Era trabajadora, muy agradable y educada. Quizá lo más fuerte es que al poco de llegar sufrió una pequeña agresión en una discoteca y el aviso le sirvió, creo, para ser especialmente formal y amable durante toda su estancia. Su familia la recuerda con mucho cariño», rememora Mateo.

El paso de los años ha difuminado ligeramente una historia que ni siquiera su propia protagonista recuerda con extrema fidelidad, pero esta vez la leyenda urbana es cierta. Aunque no fuera un Erasmus ni fuera aún mayor de edad, sino solo una niña, el listado de alumnos de aquel verano de intercambio en Cantabria conserva el nombre de la joven Lizzy Grant, todavía una estudiante anónima. La faltaban cinco años para subirse por primera vez en el escenario y once para que publicara su primer disco: 'Born to Die' y debutara en el cine. Y aunque su acento dice lo contrario, su castellano tiene mucho de cántabro.

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